El equipo azulón sigue sin poder ver la luz al final del túnel. Tras un nuevo inicio nefasto, supo reponerse con esfuerzo pero el gol sigue sin llegar y la defensa concede regalos innecesarios como el de Vergini.

El Levante encontró un primer gol que buscó con más ahínco, pero después se acomodó y esperó fallos y resquicios en la zaga getafense para sacara un resultado muy positivo para ellos.

El Getafe llega 10 minutos tarde al partido

La pasividad en la actitud del equipo al principio de los partidos no es nueva. El conjunto azulón continúa con esa falta de concentración un partido más. En el minuto 4 Devyerson remataba de cabeza frente a Guaita con la fortuna de que el guardameta fue capaz de atajar su remate.

Después trató de aproximarse al área del Levante, que se replegaba rápidamente y bloqueaba todas sus opciones de contragolpe.

Pero al final, acabó ocurriendo lo predecible, el gol de Levante. Morales, en jugada personal, recorría la banda zafándose fácilmente de su marca Damián Suárez. Logró llegar al área a una velocidad vertiginosa, y valiéndose de su habilidad metía la puntera para batir por abajo a Guaita.

Conscientes de este hándicap que les ha ido acompañando en las últimas jornadas, rápidamente los jugadores del Getafe comenzaron a hacerse con el balón y a aproximarse al área rival.

En el minuto quince, Álvaro Vázquez tuvo un mano a mano con Mariño, pero entre el acierto del portero granota y que el delantero no tuvo referencias de la portería y del meta la buena ocasión quedó en nada.

Aunque el Levante comenzó a sufrir en su propio campo siguió disfrutando de ocasiones claras de conseguir el segundo gol. Devyerson al contraataque y David Navarro de cabeza ponían los nervios en el banquillo visitante.

A partir de ahí el Getafe buscó dar pases al hueco buscando la espalda de la defensa del Levate, que supo mantener la línea y dejar a Álvaro Vázquez en fuera de juego en varias ocasiones.

La primera parte se desarrolló mientras ambos equipos intercalaban ataques, pero el partido se decantó del lado del Levante a punto de cumplir los primeros 45 minutos de juego.

Vergini no consiguió controlar un balón dentro del área, que fue a parar a las botas de Morales. Mientras se intentó escapar Vergini, intentando reparar su error anterior, lo acabó derribando: penalti y amarilla para el argentino. Rossi, con mucha calma y precisión, fue el encargado de materializarlo.

Después de una pequeña trifulca entre Deyverson y Guaita, de la que ambos acabaron recibiendo la tarjeta amarilla, se llegó al tiempo de descanso en el Ciudad de Valencia.

Llega pero no define

El partido estaba reñido, a pesar de la diferencia en el marcador, pero el Getafe comenzó a desbordar con su juego. Álvaro Vázquez tuvo de nuevo un remate de cabeza claro que Mariño detuvo con seguridad.

Escribá se decidió por darle un tono más ofensivo con los cambios de Scepovic y Wanderson por Moi Gómez y Pedro León. El dominio del balón del Getafe era claro y, así, llegó su mejor ocasión del partido.

En la defensa del Levante no se entienden para despejar el centro de Sarabia, y el esférico le cayó a Álvaro Vázquez en boca de gol. Parece que Lerma le derriba por detrás y su remate dio con el palo izquierdo de la portería valenciana.

Los cambios empezaban a notarse, sobre todo el de Wanderson, que con velocidad intentó superar la compacta defensa de los locales. Y tuvo otra gran ocasión tras recortar en el área y realizar un buen remate que Mariño sacó in extremis.

La guinda del triunfo para el Levante la puso Verdú con su gol en el minuto 81. Morales arrancó la jugada en un fuera de juego que no señaló el juez de línea. Después, abrió para el mediapunta barcelonés que con bastante suerte batió por el palo corto a Guaita.

El partido no dio más de sí, y los tres puntos que se lleva el Levante sirven para sacarlo (de momento) de la última posición y apretar más la zona baja de la tabla, zona donde el Getafe se sigue hundiendo.