La sombra se cierne sobre Álvaro Negredo que continúa deambulando entre goles de bella factura y fallos inexplicables. De no convertir ni una ocasión de gol ante el Sporting a iniciar la remontada ante el Espanyol. De sumarse a la carnicería contra el Rapid Wien a fallar estrepitosamente en una jugada idónea ante el Athletic de Bilbao. Las rachas van y vienen para los delanteros, - es consustancial a la práctica del fútbol -, y, sin embargo, este eterno retorno al agujero negro del '7' valencianista roza el esoterismo.

Sin lugar a dudas, esta particular situación ha afectado de manera significativa a sus números. Lleva tan sólo 10 goles en todas las competiciones (Liga BBVA, Champions League, Copa del Rey y UEFA Europa League), lo cual no es esperable del delantero de un equipo competitivo a estas alturas del calendario. En Liga BBVA acumula 4 goles en 26 jornadas. En Copa del Rey realizó 5 tantos en 6 partidos. Una evidencia clara de la oscilación de su rendimiento en esta temporada. 

El pasado domingo, Negredo jugó de inicio en el encuentro contra el Athletic de Bilbao y tuvo la ocasión más clara para los valencianistas en la primera parte. Cheryshev filtró un pase interior que André Gomes dejó pasar en un gesto táctico magistral y llegó a los pies del atacante madrileño, que con todo a favor, envió el esférico por encima de la portería. Perdió una ocasión inmejorable para adelantar al Valencia que, a la postre, acabaría perdiendo 0-3 tras 7 minutos frenéticos del Athletic de Bilbao. Negredo vio los goles de Sabin Merino, Muniaín y Aduriz desde el banquillo pues fue sustituido por Paco Alcácer.

Neville no cesa de transmitir la plena confianza que le generan sus delanteros y, por lo pronto, Álvaro Negredo seguirá teniendo un papel importante en el esquema del técnico de Manchester. No obstante, en una plantilla donde cualquiera es prescindible y, con la reciente explosión de Santi Mina, la presión ya comienza a ser asfixiante para un jugador que quiere y no puede.