Kevin-Prince Boateng es un futbolista de padre ghanés y madre alemana, que nació en Alemania hace 29 años, pero es internacional con la selección africana, y su posición natural dentro del verde es la de centrocampista totalmente ofensivo, ya que puede jugar por ambas bandas del terreno de juego. Comenzó su carrera deportiva en Alemania, concretamente en el Hertha de Berlín, donde llegó a disputar un total de 42 partidos en dos temporadas (2005/2007). Posteriormente recaló en el Tottenham inglés donde ganó la Football League Cup y, tras su efímero paso, regresó de nuevo al país germano para enrolarse en las filas del Borrusia de Dortmund en el año 2008. Al año siguiente, volvió a jugar en Inglaterra en el Portsmouth, donde jugó un total de 22 partidos, y luego salió con destino a Italia para jugar en el AC Milán durante tres temporadas, donde creció como futbolista y fue uno de los mejores, jugando un total de 67 partidos y anotando 16 goles, habiendo ganado un Scudetto y una Supercopa italiana. Pero, desde el 2013 hasta el 2015 jugó en el Schalke 04 alemán, para después de esta etapa regresar al AC Milán, donde tuvo la peor temporada jugando solamente 7 partidos debido a diversos problemas con el entrenador, lo que ha originado que se desvinculara del club y llegara gratis a la UD Las Palmas. Sin embargo, el talento del internacional ghanés se ha visto empañado en los últimos años a causa de los diferentes actos de indisciplina en los que se ha visto envuelto.

En relación la selección, primeramente, fue internacional con la selección alemana sub-21, si bien, debido a su comportamiento en el que llegó a enfrentarse al seleccionador Dieter Eilts, fue expulsado de ella. Más adelante, en el año 2010 la FIFA le otorgó su pasaporte y la posterior aprobación para que jugara con la selección de Ghana en el Mundial de Sudáfrica, donde España fue campeona por primera vez. Antes del comienzo del torneo, Kevin-Prince se convirtió en el enemigo público número uno tras lesionar al gran Michael Ballack en la final de la FA Cup inglesa. Por aquel entonces, el jugador del Portsmouth fue duramente atacado por toda Alemania pese a disculparse, y buscó la ayuda de su hermano menor, Jérôme Boateng, pero encontró algo que no se esperaba para nada, ya que este último manifestaba públicamente que su entrada merecía la expulsión. Esto fue la gota que colmó el vaso, ya que a partir de aquí comenzó la desunión total de los hermanos.

Ya en el Mundial de Sudáfrica, Kevin-Prince anotó en un partido importante y llegó a enfrentarse a su hermano, Jérôme Boateng, que defendía los colores de la selección nacional germana. El partido acabó con la derrota de la selección ghanesa por 0-1, lo que originó el primer partido en el torneo mundial donde se enfrentaran dos hermanos con diferentes naciones. El excelente rendimiento del futbolista ayudó a que Ghana se convirtiera en la primera selección africana que alcanzara los cuartos de final de un campeonato mundial.

En el siguiente mundial disputado en Brasil en el año 2014, Akwasi Appiah, seleccionador ghanés incluyó en la lista definitiva para el torneo a Kevin-Prince Boateng. En este torneo volvieron a enfrentarse a Alemania, puesto que compartían grupo, pero esta vez el resultado fue un empate (2-2). Pero a partir de ese partido, el internacional ghanés no disputaría ningún partido más en la Copa del Mundo porque fue retirado de la selección por motivos disciplinarios, ya que mantuvo una agria discusión y unos graves ataques verbales contra el seleccionador. Mientras que su compañero, el centrocampista Sulley Ali Muntari, también fue expulsado debido a los intensos ataques físicos contra otros dos cargos de la federación debido entre otras, al retraso en el cobro de primas prometidas por la federación que los jugadores no habían recibido. Desde ese día, el futbolista de la selección africana ha sido suspendido indefinidamente del combinado nacional.

La nueva etapa que vivirá Kevin-Prince Boateng en la liga de las estrellas, será para volver a relanzar su carrera. Es un futbolista con un enorme talento y un gran potencial, y desde la UD Las Palmas se confía en que los problemas disciplinarios del jugador sean parte del pasado, y el propio jugador lo afirmaba en su presentación: “Los sucesos pasados no es algo sobre lo que deba hablar hoy porque he hablado mucho de ello. Estoy muy contento de estar aquí y quiero hablar sobre el campo. Pienso que estas cosas no ayudan, pueden buscar cualquier cosa que quieran en internet. No pienso en el pasado, pienso en el futuro y estoy seguro de que estas preguntas, dentro de seis meses, serán diferentes”. Se espera que en el equipo amarillo vuelva a sentirse un futbolista destacado, recuperando su mejor nivel y trabajando duramente para volver a ser el gran jugador que era e ilusionar a la afición grancanaria. Asimismo, el club espera que sea uno de los pilares de un proyecto que debe consolidarse.