El Atlético Levante empata en el último suspiro y deja al Lleida con cara de tonto

Con cara de tontos. Así es como se han quedado jugadores, técnicos y aficionados del Lleida Esportiu al terminar el encuentro aplazado contra el Atlético Levante. Los discípulos de Gustavo Siviero habían hecho ya lo más difícil, adelantarse en el marcador, y todo parecía indicar que dejarían la portería a cero por primera vez en lo que llevamos de campeonato. Sin embargo, quedaba aún por llegar una auténtica jarra de agua fría, el gol del visitante Son en el último minuto del descuento que helaba el Camp d'Esports y arrebataba dos puntos a los leridanos.

El partido arrancaba con un ambiente frío, no sólo por la baja temperatura sino también por la floja animación en las gradas, donde nuevamente no asistían las peñas del club, que continúan en huelga por sus discrepancias con la directiva. El Lleida Esportiu monopolizaba la posesión del balón en los primeros compases, aunque haciendo gala de uno de sus principales males endémicos, la falta de profundidad. Así pues, a pesar del aparente dominio local, eran los visitantes los primeros en acercarse al gol. A los diez minutos de juego Traver, el jugador más peligroso del Atlético Levante, protagonizaba una excepcional jugada y dejaba a Manu Viana solo ante Álvaro Campos, pero el portero del Lleida protagonizaba una gran intervención para rechazar el disparo del atacante. La primera ocasión de los azules llegaría poco después en un disparo de Doncel que un defensa desviaría a córner. El Lleida tocaba y tocaba, pero no remataba. Y en algunas ocasiones lo hubiera podido pagar caro, como en una pérdida infantil de Miki Muñoz que dejaba a dos jugadores del cuadro valenciano solos en posición franca para marcar el primer gol. Afortunadamente para los de Siviero, caían en fuera de juego.

Posesión del Lleida, ocasiones del Levante

El juego del Lleida Esportiu mejoraría un poco en el tramo final de la primera mitad. Jugadores como Christian Alfonso o Carlos Doncel dejarían entrever su calidad con acciones como una pared entre ellos que a punto estaba de dejar al segundo solo ante el portero levantinista. Sin embargo, de nuevo faltaba hacer el remate final. La mejor ocasión del primer tiempo llegaría en el servicio de un saque de esquina. Cristian Gómez impactaba con la testa el balón, pero este se estrellaba en el larguero defendido por Sotres. El rechace, con cierto suspense, conseguía alejarlo del área la defensa visitante. Y antes del descanso una última ocasión para el Atlético Levante, aunque sin demasiado peligro, en un remate forzado de Manu Viana a la media vuelta.

Ambos equipos regresaban de los vestuarios con la sensación de que cualquiera podía llevarse los tres puntos en juego. Y aunque sería el Lleida quien volvería a llevar las riendas del juego, sería el cuadro valenciano quien dispondría de las mejores ocasiones de gol. Traver superaba Toño Vázquez por velocidad y se plantaba en el área defendida por Campos, pero su potente remate se iba por encima del larguero. Por parte leridana, Doncel ofrecía una de sus jugadas "marca de la casa", desbordando a su defensor y sirviendo el pase de la muerte a un Christian Alfonso que no llegaba por muy poco. También lo intentaba el Turu Flores en uno de los múltiples córners ejecutados por el Lleida Esportiu, aunque sin inquietar a Dani Sotres, internacional por España en categorías inferiores.

El Lleida va a por el gol y lo encuentra

Gustavo Siviero, que tenía que ver el partido desde la grada por la expulsión que sufrió la semana pasada en el campo del Hércules, introducía dos cambios de golpe para dotar de más pegada a su equipo. Entraban Fran Moreno y Cristian Fernández (más tarde lo haría Javi Casares) y el cuadro azul dispondría de más llegada. Sin ir más lejos, Fran Moreno creaba peligro en el primer balón que le llegaba a las botas. Ahora bien, sería el Atlético Levante quien gozaría de una ocasión inmejorable para abrir el marcador. Un error del Turu Flores en un despeje dejaba a Juan Delgado solo en un mano a mano con Álvaro Campos. Sin embargo, el jugador visitante, que acababa de ingresar en el campo, definía mal y salvaba al Lleida de un 0-1 más que cantado. Dicen que quien perdona lo acaba pagando y el tópico se cumplió con el gol local que llegaría acto seguido. Javi Casares colgaba un córner, Toño Vázquez cabeceaba con parábola al palo y el rechace, a placer, lo empujaba el Turu Flores al fondo de las mallas.

Quedaba menos de un cuarto de hora para el pitido final y los deberes de los locales parecían hechos. Los del Segrià incluso hubieran podido aumentar la ventaja con un disparo mordido de Guillem Martí que terminaba en un nuevo córner. Sin embargo, el filial granota no se rendía y apuraba sus opciones de arañar al menos un punto del Camp d'Esports. Cuando el público ya pedía la hora, prácticamente con el descuento agotado, llegaba el premio para los de Levante. Son encaraba a Álvaro Campos y definía a la perfección para silenciar el feudo ilerdense con su gol in extremis. Una jarra de agua fría para un Lleida Esportiu que se quedaba, una vez más, con cara de tonto.