Diego López Rodríguez (Lugo, 1981) cumplió el pasado domingo ante el Sevilla su partido número 250 como futbolista en Primera División. Y pudo celebrar esta cifra redonda con una victoria por tres goles a uno.

El guardameta gallego, formado en la cantera del Lugo y del Real Madrid, debutó en la máxima competición española el 30 de abril de 2006 en un partido entre el Real Madrid y el CA Osasuna. En ese encuentro, mantuvo la portería blanca a cero. Sin embargo, los pocos partidos disputados en el Madrid por la titularidad de Iker Casillas, le obligaron a hacer las maletas y poner rumbo al Villarreal. Diego no se marchaba del Bernabéu de vacío, con él se llevaba el trofeo de campeón de Liga.

En el Submarino Amarillo estuvo durante cinco temporadas en las que logró un segundo puesto en La Liga, ser nombrado portero revelación del campeonato doméstico, debutar con la Selección española absoluta y descender a Segunda División. Ese mismo verano, el Sevilla FC incorporó a Diego López a su plantilla, aunque no permanecería mucho tiempo en el conjunto hispalense.

En el mercado de invierno, el Real Madrid le repescó para suplir la baja de Casillas por una fractura en la mano. De vuelta a la Casa Blanca, el espigado portero logró una Copa del Rey y una Champions League. Defendió la camiseta blanca hasta junio de 2014, cuando el Milan se hizo con sus servicios. Con el conjunto rossoneri completó una temporada y, tras perder la titularidad con Donnaruma, fichó, en calidad de cedido con opción de compra, por el RCD Espanyol.

Con el conjunto blanquiazul ha disputado 16 encuentros de los 20 posibles y únicamente ha encajado 14 goles. Además, esta temporada ha superado el récord de imbatibilidad del club que poseía Carlos Kameni, dejándolo en 586 minutos sin conceder gol.

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