El Lega es uno de esos equipos que tiene la virtud de no rendirse y ayer volvió a demostrarlo ante el Atlético de Madrid en el estadio Vicente Calderón, que supuso el último derbi madrileño oficial en el histórico feudo del Manzanares.
Poco premio al buen juego
El encuentro comenzó con cierta igualdad entre ambos contendientes, pero se rompió con una desafortunada acción del debutante Siovas, que cometió penalti sobre Fernando Torres en el minuto 14.
El penalti lo transformó el de Fuenlabrada tras la buena parada inicial de Herrerín a disparo de Griezmann. El niño anotaba el primer tanto en Liga tras meses sin hacerlo. Fue el primer golpe en la mesa del conjunto rojiblanco.
Una primera mitad que se desarrolló con igualdad, con algunas llegadas del Lega sin consecuencias y con una muestra empaque en todas sus líneas, destacando la labor de Erik Morán, que regresaba al mediocentro del conjunto pepinero, tras su reciente incorporación a la disciplina de Asier Garitano.
Buen nivel con el mismo desenlace
La segunda mitad comenzó como muchas otras ya lo hicieron para el CD Leganés: buen control del juego, pero un despiste volvió a ser el desafortunado detonante de un nuevo gol en contra: Torres aprovechó un pase al hueco para batir por alto a Iago Herrerín y situar el definitivo 2-0 en el luminoso.
A pesar del nuevo golpe, el Lega desplegó buena imagen y un juego con criterio que le permitió gozar de buenas ocasiones de cara a gol. Alberto Bueno, el mejor jugador blanquiazul, pudo poner la emoción si su disparo a bocajarro no lo despeja la zaga colchonera de forma providencial. El madrileño realizó un gran trabajo en el centro del campo, permitiendo mayor fluidez en las llegadas al área de Miguel Ángel Moyá. No hay que olvidarse de Erik Morán, reciente incorporación, que rayó a gran nivel en el mediocentro. Samu García se incorporó al partido en la segunda mitad, sustituyendo a Unai López y también gozó de algunas ocasiones para haber metido a su equipo en el partido. Los tres jugadores, junto con Alexander Szymanowski, se convirtieron en las piezas más verticales del CD Leganés.
No llegó el gol para los pepineros, pero dejaron una lectura positiva en cuanto a buen fútbol ante uno de los grandes de la competición: un Atlético de Madrid que ya piensa en la vuelta de semifinales de Copa ante el FC Barcelona.
El CD Leganés disputará su particular final ante el Sporting de Gijón con buena dosis de moral tras la notable actuación ofrecida en el Calderón y buscará traducir en goles y puntos las buenas sensaciones mostradas tras las recientes incorporaciones. La confianza en conseguir el éxito nunca se debe perder.