Tras dos semanas sin competición para el equipo verdiblanco, volvía el fútbol al Benito Villamarín donde se daban cita el Betis y el Valencia. Un Betis, con el mismo once que tan buenas sensaciones le dió ante el FC Barcelona se enfrentaba a un equipo ché que llegaba con muy malas sensaciones tras la última contundente derrota en casa ante el Eibar y con dos bajas muy importantes como son  las de Enzo Perez y el canterano Soler.

Un correcalles con las mejores ocasiones para el Betis

Eso fue la primera parte, el Valencia intentó dominar y ponerle pausa al encuentro mientras que el Betis salía rápido a la contra y dispuso de varias ocasiones muy peligrosas para ponerse por delante antes del descanso. Aunque el Betis crearía las mejores y más claras ocasiones el Valencia no se asustó y también provocó mucho peligro en las botas sobre todo de un jugador, Nani. El portugués lo intentó y desbordó a Piccini en varias ocasiones poniendo balones muy peligrosos.

Las dos primeras ocasiones las tuvieron los atacantes béticos. En el minuto 6 Rubén Castro estrelló un balón en la cruceta de Diego Alves en una demostración del delantero bético que siempre tiene el gol entre ceja y ceja. Tras esta, en el 18 ahora, Diego Alves sale mal ante Rubén Castro que la da atrás a Alex Alegría y su disparo acababa siendo sacado en la línea de gol por Gayá.

Ante estos buenos minutos béticos, el Valencia respondió y se quitó la presión con buenas acciones del extremo portugues Nani y un buen disparo de Munir que sacó Adán. La polémica llegó en el rechace y es que disparó Montoya y Pezzella la tocó con la manoclaramente aunque Trujillo no pitó nada.

Tras la primera media hora de partido, el encuentro perdió ritmo y en estos minutos de pausa solo hubo un disparo de falta de Parejo peligrosa y un disparo cruzado de Rubén Castro. Aunque tras minutos de pausa, el Betis lo intentó en los últmos cinco minutos de la primera parte pero sin generar demasiado peligro sobre la portería de Diego Alves. La última ocasión de la primera parte sería para Gayá que probó fortuna desde lejos con un disparo portente que despejó Adán.

Una segunda parte marcada por las imprecisiones y el desorden táctico

El Betis salió con la intención de dominar tras el paso por vesturarios y provocó varias buenas ocasiones en los primeros diez minutos de la segunda parte. El intento por parte bética de intentar dominar en la segunda parte fue un espejismo ya que cada minuto que pasaba en la segunda parte los equipos fueron perdiendo la poca ordenación que habían mantenido en la primera mitad.

Tras este intento de domino bético, el Betis tuvo su ocasión más clara en un quiebro de Petros al defensa y que en el mano a mano con Diego Alves estrellá su disparo en el palo. También lo intentó desde media distancia Rubén Pardo exhibiendo su calidad en el disparo aunque sin fortuna.

Por su parte, el Valencia a la hora de llegar al área bética no tuvo precisión a la hora de dar un último pase y a penas puso en apueros al meta madrleño. Adán solo tuvo que esmerarse en los últimos minutos ante un disparo lejano de Parejo y alguna que otra falta colgada por el capitán valencianista.

A partir del minuto 70 el partido entró en una fase llena de imprecisiones, sin centro del campo y con un Betis poco fresco que hizo que el Valencia se estirarse más en los últimos minutos de partido. El Betis intentaba salir rápido a la contra de la mano de un colosal Ceballos aunque no habría muchas más ocasiones de gol.

Los  dos cambios del Betis llegaron en el último cuarto de hora de partido y no dieron resultado. Hasta el final lo intentaron los dos equipos pero más con el corazón que con la cabeza y acabron  firmando y repartiendo los puntos.

El Betis se marcha con la sensación de haber podido ganar aprovechando alguna ocasión de las que tuvo mientras que el Valencia se conforma con el punto en un Estadio difícil aunque pensando en la posibilidad de haber ganado si le hubiesen concedido un penalti bastante claro.

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