Llega el Girona FC de Pablo Machín al Carlos Tartiere con la intención de sumar y refrendar su segunda posición y mantener los ocho puntos de ventaja que le separan del tercer clasificado, el Cádiz CF.

Tan solo restan doce jornadas para que concluya la fase regular del campeonato de Segunda División y cualquiera diría que los gerundenses tienen colchón suficiente para ir planificando el próximo ejercicio en  Primera. Sin embargo, nadie sabe mejor que un gironista que nunca se debe bajar la guardia, sin duda las enormes decepciones sufridas en tres de los últimos cuatro finales de campaña han servido de infausto aprendizaje para ellos y es seguro que esta vez no van a regalar nada hasta el último segundo de competición.

Tres intentos fallidos de alcanzar Primera.

Durante la temporada 2012-2013 el Girona conseguía de la mano de Joan Francesc Rubí terminar la liga en su mejor posición histórica hasta entonces: un quinto puesto que le daba derecho a disputar la promoción de ascenso. En la semifinal pudo deshacerse del AD Alcorcón (4-2) pero en la final saldría goleado ante el UD Almería con un parcial de 1-4.

Para el curso 2013-2014 la dirección deportiva confió en Ricardo Rodríguez para darle continuidad al proyecto de Rubí, pero tras un nefasto inicio de curso fue sustituído durante el mes de noviembre por Javi López. Ya en el mes de marzo y con el equipo en puestos de descenso a 2ªB tras conseguir solo 11 de 33 puntos posibles, Javi López era cesado de su cargo y dejaba su sitio al que actualmente sigue siendo entrenador de primer equipo, Pablo Machín.

Desde su llegada a Gerona, Machín ha parecido dar con la tecla desde el primer día y ya en su primera temporada logró salvar a los albirrojos del descenso a la división de bronce con un brillante final de campaña en el que sumó 21 de los últimos 39 puntos en juego.

Pablo Machín | Foto: LaLiga

Con la permanencia en Segunda del Girona FC, llegó la renovación de un Pablo Machín que durante el verano de 2014 ya pudo preparar un equipo a su gusto, muy parecido al que conocemos hoy en día. Aquella temporada 2014-2015 fue casi perfecta, el equipo logró sumar la friolera de 82 puntos y se mantuvo en posiciones de ascenso directo durante toda la segunda vuelta. Por desgracia para ellos, el miedo escénico se apoderó de Montilivi donde se vivieron dos pesadillas consecutivas: un gol del Lugo a falta de 8 minutos para el fin de temporada que les privaba del ascenso y una goleada ante el Real Zaragoza (1-4) que les dejaba fuera del playoff tras haber ganado 0-3 en la Romareda.

El golpe fue tan duro, que la 2015-2016 no empezó bien para los de Machín. Cuando terminó la primera manga de competición, los gerundenses coqueteaban con los puestos de descenso y las dudas traían de cabeza a sus aficionados. Sin embargo, el equipo supo creer en sí mismo y empezó a sumar de forma regular jornada tras jornada para terminar el año con fuerza en cuarta posición pudiendo disputar de nuevo una promoción de ascenso a Primera. Después de derrotar al Córdoba en la semifinal (4-2), cayeron derrotados ante el CA Osasuna en la eliminatoria final (1-3) y nuevamente les tocaba vivir un trágico final quedándose otra vez en el último escalón a las puertas del ascenso.

El Girona de la presente temporada.

Tras caer derrotado ante Osasuna y presenciar como los navarros celebraban el ascenso a Primera División sobre el césped de Montilivi, Pablo Machín se mostró ante los medios extrañamente convencido de que volverían a luchar por el ascenso a partir de ese mismo momento. Y digo extrañamente porque nadie mejor que él sabe de lo complicado de esta categoría y de la férrea competencia que de nuevo se encontrarían en frente para el próximo curso.

Desde el inicio de la campaña 2016-2017 el Girona se ha mostrado como un equipo sólido y peligroso que conoce perfectamente el plan de su entrenador y que lo ejecuta de manera brillante. Es un conjunto físico, dinámico y muy incómodo para el rival, que presiona muy bien y que constantemente busca la espalda de los futbolistas contrarios cuando recupera la pelota.

Borja García suele ser el encargado de lanzar el balón parado | Foto: LaLiga

Machín utiliza un sistema con tres centrales de gran envergadura con Juanpe, Alcalá, Kiko Olivas y Ramalho casi por orden de aparición. Además, se sirve de carrileros muy ofensivos con gran capacidad de trabajo por ambas bandas como son Aday Benítez, Sebas Coris, Pablo Maffeo y Cifuentes. El rapidísimo colombiano Johan Mojíca no podrá ser esta semana de la partida por lesión.

La sala de máquinas suele estar a cargo de Alex Granell y Pere Pons con Borja García enlazando con la delantera. Portu, centrocampista de vocación ofensiva ha perdido su puesto con el transcurrir del campeonato, sin embargo se está mostrando decisivo y goleador apareciendo en los últimos tramos de partido desde el banquillo. Desde el banquillo y para la medular también suelen aparecer otros jugadores como Eloi Amagat y Rubén Alcaraz. Como nota reseñable del centro del campo gironista destacar que sus futbolistas acumulan 22 goles anotados y 29 asistencias de gol.

Longo trata de rematar ante la defensa del Cádiz | Foto: LaLiga

El frente de ataque lo ocupan habitualmente Samuele Longo y Fran Sandaza. El italiano se ha destapado como goleador y ya ha firmado 12 tantos en la temporada por 7 del toledano. Cristian Herrera es el tercer ariete y el habitual recambio de Longo y Sandaza.

La portería ha estado repartida entre René (18 partidos) y Bounou (12 partidos), aunque el último tendrá que ser sustituido por Gianni, puesto que el marroquí ha sido convocado con la selección de su país para disputar compromisos internacionales.

Partido de altura el sábado.

El encuentro entre Real Oviedo y Girona tendrá lugar el sábado 25 de marzo a las 20:45h en el Carlos Tartiere. Durante toda la jornada tendrán lugar en Oviedo los festejos propios del 91º aniversario de la identidad. No hay lugar para la relajación para ninguna de los dos conjuntos y se presume una ardua batalla, el empate sin goles del partido de la primera vuelta y la victoria a domicilio de los gerundenses la temporada pasada (1-2) han dejado muchas cuentas pendientes, mañana el desenlace. 

Susaeta, durante el encuentro de la primera vuelta | Foto: LaLiga
Susaeta, durante el encuentro de la primera vuelta en Montilivi | Foto: LaLiga