El Celta es el penúltimo obstáculo en la carrera del Real Madrid por la Liga. Los vigueses llegan al partido tras caer en las semifinales de la Europa League y en el campeonato liguero frente al Alavés. El Real Madrid, por su parte, llega al partido aplazado después de conseguir la clasificación para la final de la Champions League y seguir manteniendo en su mano las opciones para la consecución de la Liga. Para este duelo vital, el encargado de poner paz será Juan Martínez Munuera.

Juan Martínez Munuera nació el día 13 de junio de 1982 en Benidorm (Alicante) y pertenece al Comité de Árbitros de la Comunidad Valenciana. En 2006 comenzó a arbitrar en Segunda División B, donde estuvo cuatro temporadas. Fue en el año 2013, cuando dio el salto a Primera División, tras haber pasado tres temporadas en la división de plata. 

Fue seleccionado por el programa de Jóvenes Talentos de la UEFA en 2011, cuando todavía arbitraba encuentros en Segunda División. En 2013, año en el que ascendió a Primera División, recibió el trofeo Vicente Acebedo como el mejor colegiado de Segunda División. En 2015 le concedieron el nivel de árbitro internacional y ya ha arbitrado varios partidos de Europa League y UEFA Youth League.

Martínez Munuera se caracteriza por permitir el juego y el contacto, algo que en algunas ocasiones ha generado polémica, aunque no ha dado excesivos problemas. A pesar de su condición poco protagonista, no duda a la hora de sacar tarjetas en partidos calientes, llegando incluso a las diez amarillas en algún partido.

Ha dirigido al Real Madrid en siete ocasiones, con seis victorias blancas y una derrota. Esta temporada fue el colegiado en el partido del conjunto de Zidane en Anoeta, donde los madridistas se impusieron por 0-3.

Por su parte, ha arbitrado hasta en dieciséis ocasiones al Celta, con doce victorias para los vigueses y cuatro empates, siendo cinco de estos partidos en Segunda División. El último partido que dirigió al equipo celeste fue en la pasada campaña, precisamente también ante la Real Sociedad, en Balaídos, donde Iago Aspas a pase de Nolito, hizo el único gol del encuentro.