El Wanda solo conoce la sonrisa. De nuevo victoria, esta vez ante un rival de más peso como es el siempre complicado Sevilla, ahora de Berizzo. El Atleti no brilló quizás tanto como en otras ocasiones pero aprovechó como bien sabe sus ocasiones. Rentabilizó, no concedió  y sumó. Trabajo bien hecho de Simeone y los suyos.

Aun sin Costa, pero ya aprovechando el espacio a la espalda

Los dos goles vienen precedidos de un pase a la espalda rival y un desmarque de ruptura rojiblanco

El partido entre atléticos y sevillistas nunca deja indiferente a nadie. Siempre partidos disputados, intensos, igualados. Dos equipos muy trabajados que se refleja con más brillo cuando juegan entre ambos. El ser dos equipos tan pulidos hizo ver en líneas generales y sobre todo en primera parte, un encuentro muy trabado. ¿Por qué? Porque son dos equipos muy homogéneos, que transita junto sin desquebrajarse.

Ese hecho anuló demasiado la filtración de pases en zonas de peligro y que el juego en zona de medios fuera estéril o despejada para zona de lucha y conquista de balón.  La velocidad, la ruptura y la creación de espacios fue, por consiguiente, la mejor arma. Y ese arma la tuvo más fina el Atlético de Madrid que aprovechó dos de esos balones filtrados a un desmarque de ruptura, para hacer los dos goles que le otorgaron la victoria.

Carrasco volvió a ser decisivo con dos desmarques de ruptura que significaron dos goles

El primero muy de Simeone. Nada más salir de vestuarios en la segunda mitad, recordando esos arreones tan prematuros del Atleti de los últimos años. Ganando las siempre tan importantes  segundas jugadas y filtrando un balón a la carrera de Carrasco. Vietto fue el que ganó la acción, el belga el que rompió y finalizó. Yannick volvería a romper a la espalda para recoger un buen momento de lucidez de Koke con un gran pase interior tras triangulación en el centro del campo, y la jugada acabaría en el área y con gol de Griezmann.

Dos acciones que fueron decisivas porque el partido no varió en demasía.  El Atleti el último tercio cedió campo ante el Sevilla e incluso, Simeone, intuyó un órdago sevillista y varió para poder poner la puntilla. Incluyó a Thomas, reforzó el centro del campo, prescindió del juego entre líneas y optó por la velocidad arriba buscando contraataques ante un  Sevilla que, en teoría, se iría arriba.

El Atleti de las rotaciones

Simeone sorprende esta temporada con las dosificaciones de la “vieja guardia” y deja madurar, con éxito, a lo

s jóvenes herederos

Simeone sigue cambiante. Su esencia más pura y sus métodos son compatibles con los cambios. El técnico argentino, por ejemplo, está mostrando su cara más rotativa. Con el paso de los años, Simeone opta cada vez más por las rotaciones, por los descansos. De un nada, a un poco, al constante cambio. Y ya no solo los realiza en lugares más dudosos o que piden variación. La columna vertebral, los “hombres de Simeone”, están siendo muy protagonistas en estos cambios.

Ayer Juanfran, Godín. También han sido Gabi, Filipe. El puesto del delantero centro.  Simeone comienza esta 2017- 2018 con dosificaciones de los soldados más veteranos,  y con la explosión de sus “herederos”. Los ya destacados Correa, Giménez o Vrsaljko, son eclipsados por sobre todo  la validez más confirmada de jugadores como Lucas o Thomas. El ghanés jornadas anteriores, pero el francés de nuevo en el centro de la zaga ante el Sevilla volvió a salirse y opositando a importante. El propio Vietto, en el disparadero tras el fichaje de Costa,  firmó un gran partido.

A Simeone le salen las cosas.