“Es un chico con mucha cabeza y saber estar”, así define un pequeño jugador del UE Santes Creus a otro que se ha ganado día a día estar en el primer equipo del Barça, Sergi Roberto. El futbolista de Reus volvió el pasado jueves a la que fue su casa durante 4 años y donde pudo disfrutar de sus primeros pasos como jugador. Discreto y disciplinado, el ‘20’ azulgrana ya destacaba por su calidad.

Versátil y con clase

Si bien los jóvenes futbolistas del UE Santes Creus ven en Sergi Roberto “un lateral con mucha calidad y con unas características muy buenas”, su entrenador durante dos años, en edad alevín, ya lo veía desde que tenía 8 años. El héroe de la remontada contra el Paris Sant Germain era un jugador especial ya de bien pequeño. Su entrenador sabe que “esto de ser futbolista, uno nace. En él lo vi enseguida.”, confirmaba. 

Sergi Roberto nació para ser futbolistaAdemás, añadió: “Podía jugar de defensa, de delantero, de portero,…Él siempre estaba contento”. Y ya no solo eso, Sergi Roberto ya tenía de bien pequeño una cabeza privilegiada y unas dotes como nadie, “era un jugador distinto”. “Tanto Tácticamente como técnicamente. Y, físicamente, su comportamiento era ejemplar.”, afirmaba su entrenador en el UE Santes Creus.

Abandonó sus inicios para cumplir el sueño de muchos jugadores, jugar en el primer equipo del Barça. No sin esfuerzo, el de Reus consiguió ganar experiencia en el Nástic de Tarragona para terminar desembarcando en el Cadete B del FC Barcelona. Una categoría que iría dejando atrás año a año hasta destacar en el filial azulgrana y dar el paso a cumplir su sueño: jugar en el primer equipo del Barça. Primero con el ‘30’, después con el ‘24’ y ahora con el ‘20’, Sergi Roberto se ha erigido como un portento físico y una pieza clave para cualquier entrenador gracias a sus buenas dotes con el balón en más de una posición.

Retorno a sus inicios

El mediocampista ‘culé’ participó en un acto conmemorativo del CF Reddis en honor a un niño que murió de forma accidental en septiembre de 2016. Comprometido con su ciudad, volvió a sus inicios e hizo de anfitrión de los más de 400 jugadores del UE Santes Creus que estuvieron allí presentes.

Si bien en 2013/14 el entonces ‘24’ azulgrana regaló una camiseta dedicada al club en el cual se formó durante 4 años, el pasado jueves participó en el acto y recibió el carné de socio. Además, ofreció algún consejo a los más pequeños: “que disfruten, que hagan caso a los entrenadores y que estudien. Al final, si tienen que llegar a jugar en el Barça o cualquier otro equipo, solo lo conseguirán si no paran de "Solo conseguiran ser futbolistas con trabajo" trabajar.”. El canterano habla desde el saber y la experiencia de haber vivido ya lo que esos niños están empezando a tastar ahora; jugar para mejorar y terminar convirtiéndose en una pieza clave de un equipo importante. Después de notar el afecto de gran parte de su ciudad, Sergi Roberto se sintió agradecido y sentenció con: “Siempre es bonito volver a casa”.