La Real Sociedad visitaba al Rosenborg con el liderato en el punto de mira. Los donostiarras sabían que una victoria en Noruega les abría la puerta al primer puesto. Por ello, Eusebio apenas varió su 'once' titular, sobre todo en la columna vertebral del equipo. Solo Navas, De la Bella, Canales y Juanmi entraron en el equipo con respecto al partido frente al Girona.

Pero el Rosenborg también se la jugaba. De ganar, se mantendrían con vida. En caso de no hacerlo, quedarían automáticamente eliminados. Como consecuencia de esto la imagen de los noruegos fue totalmente distinta a la que dieron hace dos meses en Anoeta. Los de Ingebrigtsen salieron con las ideas claras, y a punto estuvieron de darle un disgusto a la Real. Finalmente, Oyarzabal dio los tres puntos a la Real en un final trepidante.

Primera parte de igualdad máxima

El partido comenzó según lo previsto, con los donostiarras dominando el balón. Tanto Willian José como Juanmi buscaron el gol en los primeros instantes con sendos disparos lejanos que atrapó el meta Hansen. Pero la primera clara no tendría color txuri-urdin. Adegbenro, en un contraataque, estaría a punto de hacer el primero. En un mano a mano con Rulli, el delantero la pegó por debajo de Rulli que había saltado. El remate flojito lo sacaría Navas, a quien el extremo había ganado la espalda.

Tras unos minutos de calma, volvió la Real a la carga. Odriozola forzaría una falta al borde en el área que a punto estuvo de marcar Canales. Oyarzabal e Illarramendi también lo intentarían desde lejos, pero ningún jugador txuri-urdin terminaba de afinar la puntería. En la otra parte del campo, la velocidad de Adegbenro era una constante amenaza, y los fallos de la defensa realista tampoco ayudaban a estar seguros.

Xabi Prieto disputa un balón / Foto vía Real Sociedad
Xabi Prieto disputa un balón | Foto vía:Real Sociedad

Levi, el extremo sueco de 21 años del Rosenborg, le dio un buen susto a la Real poco antes del descanso. Tras hacerse hueco en el lateral del área, buscó un disparo con rosca al palo largo que se marchó muy cerca de la escuadra. Adegbenro, minutos después, probó a Rulli con un disparo centrado desde la frontal. Esa sería la última de la primera parte, en lo que estaba siendo un partido mucho más disputado de lo que fue en Anoeta.

Poca actividad tras el descanso

Tras el descanso, el partido perdió brillo. El Rosenborg se asomó mucho menos en ataque y se centró más en tareas defensivas. Ahí la Real se atascó. Los de Eusebio tocaban con facilidad hasta llegar a tres cuartos de campo. En esa zona, donde más jugadores acumulaba el equipo noruego, se les apagaban las luces a los donostiarras. Esto lo demuestra que la primera ocasión de esta segunda parte llegó pasado el minuto 60. Y fue un nuevo disparo lejano de Canales, lo que deja claro cuál era el guión del partido.

En una falta lateral, Rulli salió a despejar de puños. El balón acabó en los pies de Bendtner que la mandó a las mallas. Para fortuna realista la jugada había sido anulada por falta sobre el argentino. Los txuri-urdin lo seguirían intentando con tiros lejanos ante la imposibilidad de entrar en el área por la telaraña defensiva noruega. Pero ni Prieto ni Willian José pudieron superara Hansen. Vela, al poco de entrar al campo, estaría a punto de estrenar el marcador. Su remate desde dentro del área hizo esforzarse al máximo al guardameta noruego para salvar a su equipo.

Navas disputa un balón por alto | Foto vía Real Sociedad
Navas disputa un balón por alto | Foto vía Real Sociedad

El partido empezó a romperse. En el ida y vuelta, el Rosenborg asustaba. Adegbenro hizo trabajar a Rulli con un disparo duro desde el lateral, pero el argentino solventó bien la situación. La Real, viendo el botín que tenía, decidió conservar el punto. Eso sí, Bautista tuvo la gloria en su mano. Se marchó en un uno contra uno contra un defensa, pero lo hizo sin convicción y el balón terminó en córner. Oyarzabal, un minuto después, disparó por encima del larguero desde la frontal. Sería el preludio del gol.

Un balón al hueco para Bautista le dejó mano a mano con el portero. Hansen sacó el disparo, pero el rechace le cayó a Oyarzabal. El canterano, tocado por una varita esta temporada, la metería para poner el primer puesto al alcance de la mano. Los de Eusebio aguantarían el descuento sin pasar prácticamente apuros.

La Real, por tanto, se queda a un paso de alcanzar el primer puesto. De momento ya tiene lo que quería, los tres puntos y la clasificación a dieciseisavos de final. Con una victoria en Anoeta ante el Zenit, la Real encarará el sorteo como primera de grupo. Oyarzabal sigue alumbrando San Sebastián.

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Sobre el autor
José Alberto Chozas
Estudiante de periodismo y comunicación audiovisual en la UC3M. Escribo sobre fútbol para Real Sociedad Vavel.