De muchas pendientes acaban formándose ríos. Aunque a priori parezca que no se hable de fútbol, tiene mucho que ver este comentario acerca del partido que el domingo va a disputarse entre la Real Sociedad y la UD Las Palmas. Caminos bien diferentes, en el que ambas entidades buscan saldar con victoria una jornada que puede significar un antes y un después en el devenir de la competición antes de llegar a las fiestas navideñas.

Por un lado de los locales. Una Real Sociedad que ha empezado la competición con un vaivén de resultados y que no consigue aún afianzarse en puestos de Europa League. Mientras tanto, bien diferente se encuentra el panorama en Gran Canaria, ya que los amarillos llegan en una delicada situación en todos los aspectos habidos y por haber en un club.

Decimotercera jornada de liga en la Primera División, y esto cada vez va cogiendo más ritmo. Quien no se ponga el cinturón y se suba al carro, se queda atrás.

Domingo de resurrección

La UD Las Palmas se encuentra en un frágil momento en el que cualquier roce en alguno de sus componentes puede causar un daño muy difícil de reparar. En lo deportivo, pensando ya en el que puede ser su próximo entrenador, los amarillos llegan a este encuentro tras 12 jornadas en las que se encuentra como colista de la competición, habiendo ganado sólo dos partidos y llevándose una derrota en diez de ellos. Racha negativa de la mano de Pako Ayestarán, que cada día que pasa es más un milagro que siga siendo el jefe del vestuario, ya que no ha logrado revertir la mala situación que lleva el equipo. 

Foto: UD Las Palmas
Foto: UD Las Palmas

Caldeado está el ambiente en Gran Canaria, tras el partido de la semana pasada frente al Levante CF, en el que el equipo de Ayestarán sucumbió ante su afición de todas las maneras posibles, desembocando en gritos de la grada pidiendo la marcha de Miguel Ángel Ramírez y la destitución, que parecía más que obvia, por parte del entrenador.

Aun con esta mochila de piedras cargada a la espalda, la UD confía en intentar revertir el daño que lleva sufriendo esta temporada y conseguir tres puntos importantísimos en la lucha por la salvación. Para ello tiene que reencontrarse con la senda del gol, de la mano de Jonathan Calleri, Viera y compañia.

La UD llega únicamente con las bajas de Momo, lesionado de una hernia durante esta semana, y Alen Halilovic, que sigue recuperándose de la lesión en su tobillo.

Mirando por la escotilla

Por su parte, los vascos llegan a este encuentro séptimos en la clasificación, con cinco victorias, tres empates y cuatro derrotas. La buena marcha esta temporada en la Europa League, en la que en la fase de grupos han solventado sus compromisos casi sin dificultad, no se asemeja en la liga regular, puesto que con resultados dispares se encuentran a tres puntos de la zona europea.

Gol y reencuentro vienen unidos de la mano si se habla de William José. El jugador de la Real, ariete titular, volverá a verse las caras con su antiguo equipo, del que esta semana aquejaba de no pagar lo que pedían por él.

El árbitro

Pablo González Fuertes, del Colegio Asturiano, será el encargado de dirigir el encuentro que marque la contienda a favor o en contra de Pako Ayestarán. Nacido el 8 de Junio de 1980 en Asturias, es debutante esta temporada en la Primera División del fútbol español, tras más de 100 partidos en cinco temporadas en Segunda.

El último precedente entre estos dos equipos en Anoeta, acabó con un resultado de 4-1 para la Real.

Posibles onces 

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