Por fin, después de mucho esfuerzo, dedicación y buenos resultados en el campo, José María Giménez se ha ganado un hueco en algún que otro once titular de Simeone. Se le ha visto en defensa, en el centro, en el lateral derecho… sí, todo un polivalente. Rey del balón aéreo y fiero como un huracán, Josema le ha aportado muchísima fuerza al conjunto rojiblanco, hasta el punto de haberse convertido en un jugador muy importante de la plantilla.

La sanción del TAS ha sido uno de los lastres con los que ha tenido que lidiar el Atlético este temporada, aunque de alguna forma que sólo él entiende, el Cholo ha sabido sacar de ella algo bueno. Uno de los frutos que se han conseguido es la versatilidad de algunos jugadores, entre ellos este. Las capacidades de muchos futbolistas se han visto magnificadas gracias a este fenómeno, que podría haber sido una maldición traicionera (y que en muchos casos, así ha parecido serlo), pero de la que por el contrario, se han sacado también aspectos muy positivos.

Tirando del barco colchonero

Las aguas que una embarcación llamada “Atlético de Madrid” ha tenido que surcar este año han estado plagadas de incertidumbres, peligros y peligros de mil tipos. Pero la tripulación que en ella va a bordo ha sabido conducir la nave por buen rumbo, y aunque no se ha llevado ningún premio, sigue nadando en el mismo océano, combatiendo con barcos aparentemente más peligrosos pero que nunca podrán igualar la fuerza del rojiblanco. Esto no habría sido posible si no se hubiese podido contar con algunos célebres marineros, con el Cholo y el Mono Burgos y demás integrantes del club.

La presencia de Giménez en el campo se ha agradecido mucho este año, sobre todo en los inicios de la presente temporada. En algunos de los partidos más recientes que ha disputado el conjunto, ha sido indiscutiblemente el mejor sobre el terreno de juego. Acudiendo para reforzar a otros compañeros, participando en ataque, cumpliendo con su deber en defensa e incluso encajando goles: este año han sido tres los que ha marcado, y en lo que va de temporada, registra mejores números que en la totalidad de la anterior. Contra el Éibar en enero, con el Girona en agosto, y el más importante: contra el Elche en casa para ser el primer anotador de la Copa del Rey en la historia del Metropolitano.

Vale para todo

Giménez ha sido emplazado en varios puntos a lo largo de este tiempo, puesto que se han necesitado refuerzos en las distintas posiciones y éste ha sido uno de los jugadores con los que el Cholo ha experimentado. Su posición natural es la de defensa central, pero en más de una ocasión y por culpa de los vaivenes con Juanfran y Vrsaljko, se le ha visto vestirse de lateral derecho. También allí colocado ha cumplido, lo que le da muchas más papeletas para tener minutos.

Otra localización que ha ocupado el charrúa es la de mediocentro, en especial en la pasada temporada, en la cual el Atlético se vio negativamente afectado por las lesiones de Augusto y Tiago. Por todo esto, Giménez es ya como un “comodín” para el equipo, ya que sirve para bastantes lugares y además, desempeña un papel primordial en su lugar natural.

Sólo le falta tener alas

El punto fuerte de Giménez es sin duda su testa, que sumada a su agilidad para saltar y a su rapidez, hacen de él un grandísimo jugador. Es todo esto lo que lo hace infranqueable en cuestiones de balón aéreo. Sus acertados movimientos en los partidos en los que se le fueron dando minutos poco a poco hicieron que Josema le crease un dilema al entrenador, puesto que cuanto más falto de recursos se ha visto, más han peleado sus jugadores por conseguir un emplazamiento en su pizarra.

Ha tenido mucha suerte a nivel físico el jugador, pues estas capacidades en el juego celeste lo sitúan en una gran ventaja con respecto al rival, pero no hay que olvidar las palabras del míster: “Trabajo, trabajo, trabajo… Y después, talento”. De eso se encarga a diario el defensa, que se esfuerza en cada entrenamiento por mejorar y así lo demuestra, acto seguido y cuando así se le permite, en el verde.

“¡Uruguayo, uruguayo!”

Uruguay está de moda en el Atleti, y lo ha estado desde hace ya bastante tiempo. Actualmente, la plantilla cuenta con dos jugadores de dicha nacionalidad en sus filas: Giménez y “el Faraón” Godín. Aunque pueda parecer casualidad, la memoria y la evidencia dejan claro que no lo es: el sentimiento que profesan los uruguayos es propio de su región.

Así lo ha dejado claro Giménez, que hace poco aseguraba que su intención es quedarse en el Atleti por mucho más, y que defiende el escudo en cada encuentro por encima de todo. Lo ha demostrado tanto verbalmente como en el campo, donde se le ha visto jugarse la cabeza para evitar que un gol de Morata perforase la portería de Oblak o pelear por un remate que le costó una brecha en la ceja.

Giménez terminó el partido con una venda. || FOTO: Andrea Palazón - VAVEL
Giménez terminó el partido con una venda. || FOTO: Andrea Palazón - VAVEL

Josema también compite, por supuesto, con su país. Para ellos es también una pieza clave en el equipo, dadas sus sobradas capacidades y su espíritu de entrega. Diego Godín aseguró que la selección uruguaya le recordaba mucho al Atleti, por lo que no es de extrañar que a Giménez le vaya bien en ambos lugares.