El partido se avecinaba como un gran choque de estilos, por lo que se había visto hasta ahora de ambos entrenadores. Así fue, y ambos conjuntos cumplieron con la filosofía de sus entrenadores. El Eibar trataba de atosigar a los canarios mediante balones largos, segundas jugadas y una presión axfisiante. El equipo de Paco Jémez, sin embargo, se aclimató desde el primer minuto al juego tan característico de su nuevo técnico. La UD Las Palmas llevó a cabo un juego de toque, prácticamente sin levantar el balón del suelo

Durante la primera mitad, ninguno logró llevar de manera clara el timón del encuentro. Los distintos estilos que antes mencionábamos se veían plasmados en el terreno de juego. El Eibar hacía daño por las bandas con Alejo como máximo protagonista. No obstante, los armeros tan sólo gozaron de una única ocasión en el minuto 15, tras un centro del mismo Iván Alejo que remató Inui pero detuvo Chichizola. 

Los jugadores isleños creyeron totalmente en la filosofía de su míster, pero está claro que es un juego que debe pulirse con el tiempo, por lo que sufrieron varias imprecisiones y no lograron sentirse superiores en términos generales. No obstante, en el minuto 31, Toledo cayó en el área tras un ligero toque con Arbilla y el árbitro señaló penalti. Jonathan Viera cogió la responsabilidad y no falló desde los once metros. Remató con una terrible parsimonia, la colocó pegada al palo izquierdo de Dimitrovic y engañó al guardameta. 

La segunda parte tuvo el mismo color que la primera, pocas ocasiones. Ninguno de los dos conjuntos lograba cuadrar su juego. La UD Las Palmas se contentaba con la victoria y el Eibar no lograba llegar con claridad; de hecho, no se vio ninguna ocasión de excesivo peligro en la primera media hora de la segunda mitad

Esta situación la aprovechó el Eibar con el coraje y la garra que les caracteriza. Alejo era el único que proponía cosas distintas y todas las llegadas al área salieron desde sus botas. Sin embargo, Mendilibar parecía tener un plan y sustituyó al extremo derecho para hacer debutar a Orellana. El chileno no podía tener un debut mejor, pues tardó tres minutos en empatar el partido. Tras un centro de Cote a balón parado, Charles le daba un pase en línea de gol desde el segundo palo a Orellana para que éste solo tuviera que empujar el balón al fondo de las redes. 

El Eibar se armó de moral y tardó únicamente cuatro minutos en remontar el duelo. La jugada se originó de nuevo desde la banda izquierda con un centro alto de José Ángel que remató Sergi Enrich con gran astucia desde el segundo poste para hacer el definitivo 1-2 en el marcador. 

En los minutos finales, Inui tuvo unos grandes destellos y entre ellos, forzó un penalti que esta vez el colegiado no se atrevió a pitar. A pesar de ello, el Eibar logró los tres puntos y de esta manera suman 19 de los últimos 21 puntos disputados. Los armeros se consolidan así como uno de los equipos más en forma de toda la Primera División.