Hace un año, Jordi Alba vivía una situación totalmente opuesta a la que conocemos hoy. El lateral, criado y formado en la masía, firmaba una campaña pobre en la que fue en muchísimas ocasiones señalado por Luis Enrique, que en su última temporada como entrenador culé no supo sacar y potenciar las virtudes del carrilero, imposibilitando conseguir sacar lo mejor del de Hospitalet.

Con un sistema de juego que se basaba en entregar el balón a la MSN y dejar que ellos decidiesen el encuentro, Alba estaba avocado a no brillar. Su luz se apagaba, bien porque su nivel defensivo era demasiado bajo para un equipo de la magnitud del Barcelona, bien porque no podía despegar y darle vida a su talante ofensivo, aquel que en otras ocasiones era su "marca de agua" y que ahora, en más de una ocasión se veía mermado por Neymar, que ocupaba esa banda y actuaba de tapón arriba para el 18.

Pero por suerte para el carrilero, la temporada llegó a su fin. El barça se haría con su tercera Copa del Rey consecutiva y a Luis Enrique, tras tres años de éxitos en la entidad azulgrana, le sustituiría el Txingurri Valverde, que desde ese instante tomaría las riendas de un vestuario con carácter ganador.

Neymar también se fue, dejando para el recuerdo uno de los mayores culebrones estivales que se han vivido hasta la fecha en el mercado de traspasos, además de convertirse en el fichaje más caro de la historia del fútbol. Con la unión de la salida del brasileño y la llegada del técnico de Cáceres, Jordi consiguió consagrarse en el top en cuanto a laterales más en forma del momento

Valverde, además de trabajar la línea más irregular del barça en campañas anteriores, la defensa, ha permitido mayor movilidad al lateral, dejando que en numerosas ocasiones pueda sumarse a la jugada como un atacante más, llegando desde atrás y sorprendiendo a los rivales con centros laterales que en su mayor medida acaban primero en los pies de messi y tras ello y como consecuencia, en las mallas rivales.

Jordi Alba y Leo Messi se abrazan tras finalizar un encuentro. Foto: Noelia Deniz - VAVEL
Jordi Alba y Leo Messi se abrazan tras finalizar un encuentro. Foto: Noelia Deniz - VAVEL

Gracias a esto, Jordi Alba ha vuelto a reinventarse y a consagrarse a día de hoy como uno de laterales más en forma ya no solo del campeonato ligero, en el que lleva 6 asistencias, sino de Europa, siendo fundamental en la sacada del balón desde atrás y cortando contras y jugadas rivales desde el perfil zurdo, además de aportar una variante más al ataque del barca, vistiendose de escudero del mejor Messi en mucho tiempo y volviendo a sentirse importante en el club de su vida.

El propio Valverde le ha concedido pequeños gestos, como el que pudimos ver en el último encuentro, en el que el lateral, tras haber jugado en su posición natural la mayor parte del encuentro, ocupó una demarcación más atacante cuando el técnico sustituyó a André Gomes por Digne. Esto denota la plena confianza de la que goza el de Hospitalet, que se ha convertido con una campaña brillante en uno de los pilares fundamentales del mejor equipo de Europa en este momento.