Partido complicado el que se le presenta esta mañana de domingo al RCD Espanyol, teniendo que visitar a un equipo en alza como el CD Leganés, crecido en juego y moral tras eliminar nada menos que al Real Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey, con una victoria de prestigio por 1-2 en un escenario no menos prestigioso como el Santiago Bernabéu. 

Los de Garitano fueron en todo momento a por el doble campeón de Europa, sin complejos, desplegando buen fútbol y maniatando a los de Zidane en muchos compases del encuentro, consiguiendo como resultado final un más que merecido pase a las semifinales de la competición. La gesta conseguida por los pepineros supone un hito en la historia del club, que no sólo no había estado en Primera División desde su último ascenso, sino que ha eliminado a uno de los principales candidatos al título de copa en su primera incursión en cuartos de final de su historia. 

Al choque de hoy, el conjunto madrileño llega con novedades en el once titular como la entrada del capitán Mantovani en el centro de la zaga, del tinerfeño Omar Ramos en banda o la apuesta atacante de Miguel Ángel Guerrero como principal baza goleadora, entre otras. Garitano sabe que son competiciones distintas y que puede sacar el máximo rendimiento a su plantilla, y el once de hoy en Butarque difiere mucho de lo que vimos en el Santiago Bernabéu el pasado miércoles. 

En términos clasificatorios, el Leganés deambula tranquilamente por la zona media de la tabla, y aunque aún está lejos, no descuida ni deja de mirar esos puestos que dan acceso a jugar competición europea el próximo curso, que con el momento anímico y de forma del equipo en estos momentos no parece inalcanzable. Los pupilos de Quique Sánchez Flores tendrán que hacer un gran partido para sacar algo positivo de un feudo pepinero que rebosa confianza por los cuatro costados reforzada por una manera de jugar al fútbol que convierten a su inquilino, el Leganés, en una de las revelaciones de la competición.