Este domingo a las 16:15, en el partido correspondiente a la vigésimo cuarta jornada de la Liga, los del “Kuko” Ziganda visitarán al Atlético de Madrid. Los leones ocupan actualmente la decimotercera plaza, con 28 puntos, 10 por encima del descenso y 8 por debajo del sexto clasificado. No obstante, en lo que se refiere a la competición liguera, lo que más preocupa a la afición vasca es la última racha de partidos. Y es que el Athletic no conoce la victoria desde hace 6 jornadas, cuando el 8 de enero consiguió sumar de tres en tres por última vez al vencer al Alavés en San Mamés.  Desde entonces: 4 empates y una derrota.

Con todo, lo más negativo para los de Ziganda no eran los propios resultados, mucho peores que los de anteriores campañas, sino las sensaciones en el juego. De hecho, el Athletic lleva un gol a favor en los últimos tres partidos de Liga.

Esos deprimentes datos son los que describen el contexto liguero de los leones en el momento de acudir al Wanda Metropolitano, un estadio hasta el momento inexpugnable y en el que solo han puntuado 4 equipos. Además, después del empate del Barça en la última jornada, el Atlético se sitúa 7 puntos de los culés y ve opciones de competir el campeonato. Por ello, el partido de este domingo ante un  equipo que solo ha perdido un partido en esta Liga y es el conjunto menos goleado, con 9 goles en contra en 23 partidos, se antoja de todo menos fácil.

El Atlético de Madrid es el equipo menos goleado de la Liga / Fuente: Atlético de Madrid
El Atlético de Madrid es el equipo menos goleado de la Liga / Fuente: Atlético de Madrid

Además, por si el reto fuera pequeño, a las bajas por lesión de Balenziaga y Muniain se les juntan las  de Aduriz y Raúl García por sanción, indispensables para la faceta ofensiva de los de Ziganda, ya de por sí limitada.

Aun así, lo que a todas luces parecía otro peso para el Athletic puede aportarle el subidón anímico que tanto necesitaba la plantilla. La contundente victoria de este jueves en Moscú por 1-3 permite a los vizcaínos observar los primeros brotes verdes en tiempo y afrontar con otra cara el partido del domingo. Eso sí, con la intención de evitar el complejo de veleta que tan inherente parece al fútbol y a sus aficionados: el Atlético también goleó en su salida a Copenhague, los cambios de trayectoria deben confirmarse y un partido es un partido.

Y ahí está la clave: un partido es un partido. Aunque las bajas, el nivel de ambos equipos y el cansancio auguren un encuentro difícil, los de Ziganda ya han demostrado alguna vez que pueden competir contra cualquiera. El domingo veremos.