Sobre el césped del Estadio de Vallecas se apreció una imagen desconocida del conjunto local. Los jugadores de Michel practicaron durante los 90 minutos un muy mal juego, sin crear ocasiones, sin tener el control del balón y sin las señas que son habituales en los madrileños. Mientras tanto, el Reus afrontó el partido con la idea de quitarle el balón y el protagonismo a los rayistas y, con el paso del tiempo, lograban su objetivo llegando a desesperar tanto a los jugadores vallecanos como a la propia afición vallecana. El ímpetu, las ganas y una pizca de fortuna sirvieron para llenar de alegría a los madrileños y lograr una valiosa y sufrida victoria.

El Rayo Vallecano volvía a Vallecas tras dos jornadas consecutivas teniendo que actuar como visitante. Los madrileños afrontaban el partido con el objetivo prioritario de prolongar su buena racha de resultados para así colocarse, de forma provisional y a expensas del resultado cosechado por el Huesca en su partido frente al Sporting de Gijón, como líder de la categoría igualado a puntos con el propio Huesca, pero con el golaverage particular con los oscenses a favor. Del mismo modo, existía también la idea de mantener la distancia con los perseguidores e incluso prolongarla con los equipos que no habían conseguido la victoria en esta jornada, caso de Osasuna.

Por su parte, el Reus llegaba a Madrid para tratar de rascar algo positivo, consciente de la envergadura del rival que iba a tener enfrente y de las dificultades que presenta el Estadio de Vallecas para los conjuntos que lo visitan. Tras un par de partidos sin lograr la victoria y sin marcar ningún gol los catalanes pretendían obtener un buen botín que les permitiera distanciarse aún más de la zona más peligrosa de la tabla clasificatoria.

Primeros minutos sin dominador

Por todos es conocida la idea de juego que pretende plasmar el Rayo Vallecano en cada partido. Pese a ello el Reus inició el partido valiente y con un objetivo difícil de materializar a priori. Los catalanes querían escapar del peligro madrileño y para ello consideraban que la solución era quitarle la posesión y adueñarse del balón. De inicio ambos equipos querían dominar, pero se producían imprecisiones, pérdidas que dificultaban el reto. Con el paso de los minutos las ocasiones claras no llegaban. Únicamente los locales conseguían aproximarse al meta visitante pero los disparos se marchaban lejos de la portería del Reus. Los visitantes, sin embargo, veían como los centrocampistas madrileños acababan con cualquier opción de ataque en la zona del centro del campo.

El Rayo Vallecano irreconocible

Se llegaba al ecuador del primer tiempo sin oportunidades del gol. El minuto 30 acechaba y, desde ese instante, el partido se volvía frenético. El Reus, tratando de sacar el balón desde su zona defensiva cometía un error que iba a pagar. Los visitantes perdían el balón en una zona peligrosa y el delantero local Raúl de Tomás conseguía adelantar a su equipo contra todo pronóstico. La alegría llenaba las gradas de Vallecas y la ilusión de situarse como líder provisional se extendía entre todos los rayistas. Pero estas emociones positivas iban a durar poco. A los dos minutos y tras una jugada embarullada el Reus igualaba el marcador. El gol suponía un duro golpe para los franjirrojos del que les costaba sobreponerse.

Los catalanes continuaban con el dominio del juego a medida que se aproximaba el descanso. Pero antes del final del primer tiempo el Rayo iba a gozar de una buena ocasión para marcharse a vestuarios con ventaja. Raúl de Tomás iba a ser el encargado de lanzar una falta desde fuera del área. Y, de nuevo, el goleador hispano-dominicano anotaría su segundo gol al transformar de forma espectacular la falta.

Resultado engañoso

Los primeros 45 minutos concluían con 2 – 1 en el marcador a favor del Rayo Vallecano. Sin embargo, el resultado no reflejaba las sensaciones y el juego plasmado por ambos equipos.

Raúl de Tomás celebrando su segundo gol | Imagen: www.laliga.es
Raúl de Tomás celebrando su segundo gol | Imagen: www.laliga.es

Segundo tiempo con el mismo guion

El parón podría servir al Rayo para reorganizarse, ordenarse y mantener su ventaja en el marcador en la segunda parte para evitar de ese modo los disgustos provocados por el Reus, pero nada más lejos de la realidad. Los visitantes persistían en su idea de dominar el juego y este planteamiento continuaba incomodando al Rayo, que no mejoraba el juego en el segundo periodo. Y el dominio del Reus volvía a dar sus frutos. En el minuto 56, tras una profunda progresión desde la banda izquierda del lateral de esa misma zona en dirección al área franjirroja, ante la pasividad de los jugadores vallecanos, realizaba un lejano disparo que entraba de forma magistral por la escuadra de la portería de Alberto que suponía el empate por parte de los visitantes. Un nuevo mazazo para el Rayo.

Tratando de aportar ideas nuevas que cambiaran el destino del marcador Michel realizaba dos sustituciones dando entrada, primero a Elustondo y, posteriormente, a Bebé. Los sacrificados iban a ser Santi Comesaña, muy impreciso durante todo el partido, y Fran Beltrán, como siempre cumplidor. Pero nada iba a cambiar. El Reus continuaba dominando y el Rayo no reaccionaba. Las ocasiones no llegaban, pero los visitantes se aproximaban cada vez más a la portería local.

Las malas sensaciones locales continuaban y la afición se impacientaba

Los minutos pasaban, la ilusión de situarse líder provisional se esfumaba y ante el mal juego de su equipo los aficionados se impacientaban llegando a silbar en algunos momentos a sus jugadores. Javi Guerra era la última opción de Michel para solventar el partido y saltaba al campo en lugar de Trejo. Pero el minuto 90 acechaba. Pasado el minuto 85 Álex Moreno conseguía introducir el balón en la portería visitante, pero el gol era anulado por fuera de juego. Todo hacía indicar que el partido iba a terminar en empate. De nuevo el Rayo lo intentaba con un disparo desde fuera del área que el meta visitante rechazaba. Y ahí apareció de nuevo el goleador franjirrojo. El balón rechazado quedaba muerto en el área y, a portería vacía, Raúl de Tomás anotaba el gol de la victoria. La alegría se extendía de nuevo entre la afición.

Raúl de Tomás, el savador

Sin tiempo para reaccionar, el Reus iba a la desesperada al tiempo que todos los rayistas se impacientaban deseando que pitara el árbitro el final del partido. Y los deseos de la mayoría se cumplieron. El partido finalizaba y todos se marchaban felices con la victoria del Rayo por    3 - 2, tratando de olvidar el mal partido, y situándose den lo más alto de la clasificación de forma provisional. Tres puntos muy importantes que sirven para prolongar la buena racha de resultados.

En la siguiente jornada el Rayo Vallecano afrontará un complicado partido frente a un rival directo, el Sporting de Gijón mientras, por su parte, el Reus recibirá la visita del Almería, rival en la pelea en la parte baja de la clasificación.