Tras el partido ante el Deportivo de la Coruña. Gabi salió a rueda de prensa, donde fue preguntado por el escudo del Atleti, tras haberse hecho patente el desencanto de la parroquia rojiblanca con el logotipo, que hoy el club colchonero viste en el pecho. En el minuto 12 resonó el grito de: “El escudo no se toca”. Acompañado de miles de banderas atléticas con el escudo antiguo del Atlético de Madrid.

El capitán contestó: "Creo que se debe a todos los cambios de esta temporada y a la gente cuando le cambias tantas cosas al final no se identifica. Al aficionado siempre hay que escucharle, respetarle y sobre todo ayudarle. Siempre ha existido esa unión entre afición, club y equipo y entre todos podemos llegar a un entendimiento para ser felices".

Y es que el asunto del escudo escribe así su enésimo capítulo. Es evidente que la mayoría de la masa social del Atlético de Madrid, no se siente satisfecho con el logotipo que hoy viste el Atleti y que ha sustituido al escudo que lucía desde 1947. En dicho año, Franco dictaminó que los ejércitos debían de retirar su apoyo económico a los equipos de fútbol. Por lo que el entonces Atlético de Aviación, perdió sus alas, para pasar a ser el Atlético de Madrid.

Hay que recordar a todos aquellos blasfemos que el Atleti no ha tenido ni 14, ni 11, sino cuatro escudos. El primero era común al del Athletic de Bilbao, pues estudiantes vizcaínos que residían en Madrid fundaron el club madrileño como escisión del bilbaíno en 1903. En 1917 el Atleti pasó a tener un escudo redondeado, pero que sería la plantilla sobre la que se basarían los demás escudos.  En 1939 y tras la Guerra Civil, el Ejército de Aviación Español “apadrinó” al club madrileño, dando así lugar al Atlético de Aviación, que mantendría sus alas hasta el citado 1947.

Pocos son aquellos que conocieron el Atlético de Aviación, nuestros queridos abuelos puede que sean los últimos testigos de aquel escudo. Por lo tanto y desde entonces, generaciones y generaciones de atléticos han crecido con el escudo que la afición reclama. Este problema ya excede el tema sentimental, y pasa al tema de la representación personal.

A fin de cuentas, un escudo es ese amuleto al que muchos se aferran en momentos difíciles, el que la gente se tatúa, o que lleva en el llavero y que está puesto en un cuadro en casa. En resumidas cuentas, se trata de la representación personal. No se puede pretender que los atléticos se identifiquen con un logotipo que no es su escudo: azul merengón, el oso cambiado de lado, redondeado, con las estrellas desvirtuadas y con menos franjas rojiblancas. En definitiva, algo que no se parece ni de lejos a lo que en su día fue la insignia del Atlético de Madrid.

Diversos colectivos como el Frente Atlético o la plataforma Escudo del Atleti, promueven la recogida de firmas para hacer ver al club que no van por el buen camino y se le insta a rectificar. No son pocos los ejemplos de equipos que un día presentaron un nuevo escudo y al preguntar a sus aficionados, estos lo rechazaron. Eso es lo que pide la afición atlética, derecho a elegir.