El SD Eibar visitó este sábado la capital andaluza para enfrentarse al Real Betis en la 31 jornada de LaLiga. Este duelo fue otro adelanto más en la lucha por entrar en competición europea, un sueño para ambos conjuntos.
Los verdiblancos llegaban a este reto más en la sexta posición. Una victoria la semana pasada ante el Getafe los colocaba por encima de sus grandes competidores. Quique Setién, para batir a los vascos, tuvo que apostar por Dani Giménez en la portería, debido a la lesión que arrastraba el guardameta Adán. El objetivo no era otro que seguir manteniendo la ilusión europea y no repetir lo ocurrido en Ipurua en la primera vuelta.
El Eibar, por su parte, aterrizaba con seis puntos por debajo de los locales, en la décima posición. Ganar era una obligación para los dos equipos, pero solo el Betis fue el afortunado de sumar tres puntos más.
Un plus de ilusión en el Villamarín
Pitaba el inicio del encuentro el colegiado y Sergio León ponía la pelota en juego, acompañado de una fiel afición. Las ganas de juego en los de Setién se palpaban desde el minuto cero, que comenzaban apretando a los vascos. Las aproximaciones del Eibar a la meta verdiblanca eran cortadas fácilmente por los de las trece barras, aliviando cualquier tipo de peligro. Se cumplían los primeros diez minutos y las fuerzas se repartían entre ambos combinados, sin causar demasiado daño el uno al otro y fallando pases en jugadas clave.
Sin embargo, se fue cuajando la sintonía del encuentro. Las primeras ocasiones claras fueron para los locales. Un buen centro de Barragán que controlaba Tello era desviado por un defensa, provocando el córner. Tras poner el balón en juego de nuevo, Bartra intentaba una chilena que se marchaba rozando el palo. Los soñadores heliopolitanos empezaban a cuadrar sus planes y lo intentaban una vez más; Sergio León recibía un pase interior de Barragán y batía a Dmitrovic, poniendo el 1-0.
Esta ventaja aumentaba las ganas de los heliopolitanos sobre el terreno de juego, aunque parecían guardar las fuerzas. También aparecía la novedad en el once de Setién, Dani Giménez, que despejaba un remate de cabeza de Ramis.
Poca emoción en las llegadas de los de Mendilibar a la meta verdiblanca, que conseguían sacar los sevillanos sin ningún temor. Las llegadas del Betis al área rival también continuaban a la media hora de partido, con una doble ocasión de Guardado y de Boudebouz. En el tramo final de la primera mitad, el Eibar, que lideraba la posesión, firmaba una buena jugada, teniendo Jordán el empate; pero finalmente se marchaba fuera.
Los jugadores se marchaban al descanso. Los cánticos que se brindaban en el Villamarín mezclados con el tanto de Sergio León, ponían fin a unos ilusionantes 45 minutos.
El Eibar paga su error
La segunda etapa del encuentro no podía comenzar mejor para el Betis y peor para el Eibar. Barragán, destacando por un gran partido, daba un pase atrás y Arbilla, con la intención de despejar el balón, ponía el 2-0 para los verdiblancos, marcándose en propia puerta.
Quique Setién hacía sus primeras actuaciones en el minuto 60, marchándose Sergio León con una gran ovación y entrando en su lugar Loren Morón. Mendilibar seguía el ejemplo del cántabro, sacando a Inuí y Capa por Escalante y Cote.
Boudebouz intentaba un fuerte disparo lejano que atrapaba el guardameta del conjunto vasco sin problemas. Tras esta acción, el francés abandonaba el verde dando paso a Joaquín.
Asimismo, los córners seguían generando peligro a Dmitrovic. Marc Bartra alcanzaba un remate que, con poca suerte para el catalán, se marchaba fuera. Segundos le bastaron también a Rubén Castro, recién ingresado al duelo, para hacer daño al Eibar mediante una gran ocasión que se perdía rozando el palo. Los de las trece barras intentaban controlar el partido con ese marcador a su favor, consiguiendo seguidas llegadas al área visitante.
Se cumplieron los 90 minutos y muy poco temió el Betis durante el partido, que pudo dejar la portería a cero con Dani Giménez bajo palos y conseguir otra importante victoria que le sigue manteniendo en puestos hacia Europa.