Empezaba el encuentro en Vigo y las papeletas parecían ser de color celeste.  El Celta se adueñó del balón, permitido por un Valencia al que le pareció más cómodo esperar replegado y aprovechar sus rápidas transiciones ante un conjunto vigués que no llegó con la claridad deseada. 

En el partido se pudieron ver ausencias importantes. Hoy los gallegos no podían contar con su jugador más desequilibrante y tal vez más en forma de LaLiga, Iago Aspas, lesionado, veía el partido desde la grada, acompañado de las bajas visitantes: Gayà y Parejo, una tribuna de quilates.

La primera oportunidad fue para los locales a los cinco minutos de partido. Wass cabeceó un centro al segundo palo, el danés aprovechó un fallo de marcaje de Lato, pero su remate no encontró portería. Los visitantes, por su parte, tardaron 22 minutos en generar peligro. Santi Mina vio la llegada de Carlos Soler desde la segunda línea. El canterano disparó y lo bloqueó Fontás con las manos. Undiano Mallenco tampoco vio el penalti y repartía sus errores.

La ocasión más clara del primer tiempo fue para Andreas Pereira. El Valencia encontró espacios para correr y buscó a Guedes. El portugués manejó los tiempos de forma brillante, esperó a Pereira y le cedió el balón. Disparó con potencia y obligó a Sergio Álvarez a efectuar la primera parada de mérito del encuentro.

El Celta comenzó a cometer errores. Sisto falló en la salida y ‘regaló’ el balón a Guedes. El portugués acarició el gol, su disparo desde la frontal rozó la escuadra. Esos dos avisos del Valencia en apenas dos minutos, restaron confianza al Celta. 

Fuera como fuese ninguno de los dos fue capaz de desequilibrar la balanza, cada uno contó con su momento y sus ocasiones, pero no terminaron de adelantarse en un partido que no acababa de romperse. El ganador, si es hubiese alguno, se decidiría en la segunda mitad.

A la vuelta de los vestuarios, Carlos Soler se anticipó en la salida del balón del Celta, el rechace cayó a Guedes que asistió con un pase elevado a Santi Mina que volvía a marcar en Balaídos. El gallego midió los tiempos y envió el esférico al fondo de la red. Era el 0-1 y la Champions ya se tocaba con las yemas de los dedos. Sin embargo, el Celta no había dicho su última palabra.

A penas unos minutos después, Vezo realizaba una falta lateral que encima le costaba la amonestación, Wass botaba el balón parado para que Maxi Gómez anotase de cabeza el tanto del empate. Este equipo lleva demostrando mucho tiempo que no baja los brazos.Con media hora por delante, el duelo seguía muy abierto.

Ambos equipo no dejaban de tener ocasiones, de rondar las dos áreas del terreno de juego. Triple ocasión tuvo el Valencia. Rubén Vezo de cabeza al segunda palo. Sergio Álvarez la paró como pudo, el rechace quiso remacharlo Kondogbia, pero el remate rebotó en Cabral. La acción continuó y Carlos Soler también lo intentó sin éxito al chocar su disparo en Hugo Mallo. El Valencia seguía perdonando. Vietto asistió a Ferran que solo ante Sergio Álvarez, falló el mano a mano. Vietto estaba aprovechando sus minutos. El argentino asistió en esta ocasión a Carlos Soler, que tampoco supo definir con acierto para agarrar los tres puntos.

Se pitaba el final del encuentro en Balaídos. El Celta se aleja cada vez más de Europa, pero no los jugadores no bajan los brazos. Por su parte los de Marcelino pese a ser muy superiores y haber tenido más ocasiones que su rival, no supieron aprovechar su ventaja en el marcador.