El pasado 14 de abril el RC Celta disputó el partido correspondiente a la jornada 32 de la Liga Santander, en el que se enfrentó al Leganés en Butarque. Un partido en el que Nemanja Radoja dispuso de minutos y del que salió con molestias en su costado izquierdo.

Las primeras pruebas realizadas tras el partido no revelaron lesión alguna del internacional serbio. Pero, tras unas semanas en las que los dolores y las molestias no remitían, unas nuevas pruebas médicas han desvelado que el jugador sufre una pequeña fisura en la décima costilla izquierda.  

Lesión que no le fuerza a parar, pero que si le obliga a adecuar su actividad física a sus molestias. El serbio podrá seguir entrenándose con sus compañeros, pero a un ritmo menor y siempre y cuando la lesión se lo permita. Ya que este tipo de lesiones son dolorosas e incomodas para los deportistas, no le dejan moverse con libertad ni correr de una forma cómoda.

Para los partidos de final de temporada será diferente, ya que, estando mermado, Unzué no podrá contar con el mediocentro. El serbio había vuelto a contar de manera asidua en los planes de Unzué en esta segunda vuelta, tras una primera en la que las lesiones no le dejaron ser protagonista. Una mala suerte que parece repetirse de cara a los próximos cuatro encuentros en los que el Celta decidirá si finalmente llega al objetivo europeo o se queda en tierra de nadie, antes del final de la temporada.

Un traspié que espera no le pase factura en sus opciones de ir al Mundial con Serbia. Su selección disputará el torneo internacional este verano y el mediocentro del Celta está en las quinielas para ser uno de los elegidos. Está llamado a ser uno de los referentes dentro de su selección en los próximos años, y qué mejor forma de darse a conocer que en un torneo de prestigio internacional como es el Mundial.