El CD Alcoyano tuvo la salvación en su bolsillo durante 86 minutos en Son Malferit en los que mantuvo el empate inicial que le otorgaba el punto que necesitaba para certificar su permanencia matemática. Sin embargo, un gol olímpico transformado por Xisco Hernández otorgaba el merecidísimo triunfo al Atlético Baleares y dejaba en vilo la salvación matemática alcoyanista.

Los 45 puntos que lucen en el casillero blanquiazul pueden bastarle para mantener la categoría, pero las matemáticas exigen que el Alcoyano logre un punto más para certificar su permanencia un año más en la Segunda B sin depender de los resultados de terceros implicados. Dos son las ocasiones que tiene para lograrlo. La primera, este domingo en El Collao ante el Atlético Saguntino; la segunda y última, en El Clariano de Ontinyent.

El peor enemigo

Nada halagüeños son los precedentes que tiene el Alcoyano de sus enfrentamientos ante el Atlético Saguntino en las dos temporadas que llevan los romanos en Segunda B. Los blanquiazules han caído derrotados en sus tres partidos disputados contra los de Morvedre. De hecho, los de Sagunto rompieron la racha de imbatibilidad de la que gozaba el Alcoyano en El Collao y que duraba un año y medio.

El 0-2 que arrancaron los futbolistas entonces dirigidos por Guti significó la única derrota liguera del Alcoyano de Toni Seligrat, en una época, nada lejana, en la que El Collao era un fortín para los blanquiazules, lejos de los resultados cosechados esta temporada, en la que los partidos en casa han sido una pesadilla para los de la moral.

El encuentro del domingo en El Collao es un todo o nada para el Atlético Saguntino. Con 40 puntos, los romanos ocupan la decimoséptima posición a un punto y un puesto del Atlético Baleares, que ahora mismo jugaría el playout y de la salvación directa. No obstante, dependiendo de cómo se desarrolle la jornada, una derrota ante el Alcoyano podría significar el retorno saguntino a la Tercera División.

Un derbi angustioso

El Ontinyent es, tal vez, la grata sorpresa de la temporada en el Grupo III de Segunda B. Recién ascendido de Tercera División, los de Vicente Parras apuran sus opciones de asaltar la cuarta plaza de la tabla y luchar por el ascenso a Segunda. Con 52 puntos, tras su victoria ante el Hércules, ocupan la séptima plaza, igualado con el Badalona, a un punto del Ebro y a dos del Cornellà, actualmente cuarto clasificado.

Si los de La Vall d’Albaida vencen en su salida a Llagostera, el derbi ante el Alcoyano podrían suponer las puertas de entrada del Ontinyent al playoff. Los blanquiazules no quieren afrontar ese partido de máxima rivalidad vecinal con la presión de ser un partido de vida o muerte, en el que una derrota le condenase al abismo de la Tercera División. Un punto ante el Atlético Saguntino evitaría esa situación límite.