La clasificación del Grupo III de Segunda B no puede estar más apretada a falta de un partido para dar por finalizada la temporada. Aunque el título es para el Mallorca y la segunda y tercera plaza son para el Elche y Villarreal B (empatados a puntos), el último pasaje para disfrutar de las eliminatorias finales de la categoría se la disputarán cuatro equipos en los últimos 90 minutos del año. Si la situación está apretada por arriba, el descenso también va a dar que hablar: a día de hoy, Deportivo Aragón y Peña Deportiva ya están sin opciones de salvarse, pero del puesto 14 al 18 hay tan solo dos puntos.

Lucha por el playoff

Como se ha comentado antes, el Mallorca ya tiene el primer puesto asegurado y la participación en las rondas finales de Segunda B, como también lo tiene tanto el Elche como el filial del Villarreal. Sin embargo, falta definir quién será subcampeón y quién ocupará el último escalón del pódium. El Elche, que lleva diez partido sin saber qué es no sumar un punto, se jugará sus opciones en Olot, mientras que el Villarreal B visitará al Peña Deportiva, conjunto que ya está en Tercera matemáticamente.

Por lo que respecta a la cuarta plaza, las cosas están mucho más apretadas. Cornellà, Ebro, Ontinyent y Lleida lucharán por la tan ansidada cuarta plaza, que ahora mismo la ocupa el Cornellà, que visitará al Atlético Saguntino, rival metido de lleno en la lucha por la permanencia. Si sumara los tres puntos la plaza sería suya.

Quinto ahora es Ebro, que viene de vencer en los últimos cinco encuentros y que viaja a Baleares para verse las caras con otros rival inmerso en la lucha por seguir en Segunda División B el próximo curso. El Ebro, por lo tanto, está obligado a ganar y a esperar que el Cornellà empatase o perdiese (en caso de empatar a puntos, la balanza se decantaría para el Cornellà, ya que en Cataluña ganaron los locales por 2-0 y en el campo del Ebro hicieron lo propio los locales por 2-1).

El sexto clasificado es el Ontinyent, que es el único de los cuatro equipos que luchan por el cuarto puesto que  jugará en casa, en su estadio, frente al Alcoyano, rival que no se juega absolutamente nada. Al Ontinyent solo le vale ganar y que el Cornellà pierda su partido y el Ebro no gane.

Y el último equipo es el Lleida, que es el que más complicado lo tiene. Con la victoria el otro día frente el Olot apura sus opciones y viajará a Sabadell sabiendo que solo puede ganar para tener alguna opción, por pequeña que sea. Si lograse vencer, el Cornellà tendría que perder (empataría a puntos pero el Lleida tiene el gol average ganado), el Ebro no tendría que ganar (si el Ebro suma un punto empatarían en la clasificación y los catalanes también les superarían) y el Ontinyent no tampoco tendría que sumar los tres puntos.

Lucha por el descenso

Por abajo las cosas también están muy apretadas. Olot, Llagostera, Atlético Baleares, Formentera y Atlético Saguntino pelearán en el último partido del año por dos plazas que dan la tranquilidad de estar la temporada que viene disputando la categoría de bronce del futbol español, en contrapartida de otras dos que te envían a Tercera y una más que te obligaría a jugar una eliminatoria directa que, en caso de salir triunfante de ella, te salvaría un año más en Segunda División B.

Muy mal se le tendrían que dar las cosas al Olot para bajar. Aunque es cierto que recibe al segundo clasificado, con vencer, lógicamente, le valdría para salvarse, e incluso un empate le sería suficiente (teniendo en cuenta la improbabilidad de que ganasen todos los conjuntos que están en la lucha por la permanencia), si bien tendría que esperar.

Otra plantilla que se jugará sus opciones de estar en Segunda B un año más es el Llagostera, que ahora mismo marca la zona de salvación empatado a puntos con el decimosexto y el decimoséptimo. Es cierto que tiene el gol average a su favor contra la mayoría de sus rivales directos y que visita el campo del Hércules, a quien este partido ni le va ni le viene. Pero de perder o empatar se podría complicar considerablemente su permanencia.

El que de acabar las cosas así tendría que jugar una eliminatoria contra otro de los tres decimosextos de Segunda B para salvar la categoría es el Atlético Baleares, que apurará sus opciones con su afición frente al Ebro, de quien ya se ha comentado que es un aspirante a estar ocupando la última plaza que da vía directa para los playoff. La dinámica es relativamente buena (cuatro victorias en los últimos seis encuentros), pero si quiere salvarse directamente tendría que esperar un pinchazo de uno de los dos equipos catalanes que le preceden.

El que lo tiene bastante más complicado es el Formentera, tanto por esa decimoséptima plaza como por el partido que le espera, ya que visita al Peralada, que aunque no se juegue nada solo ha perdido un partido de los últimos once y seguro que querrá despedir el año con buen sabor de boca frente a su afición. El equipo balear, por lo tanto, tendría que ganar y esperar que uno de los tres conjuntos ya mencionados no ganase. Incluso se podría permitir el lujo de empatar, siempre y cuando ni Atlético Baleares ni Llagostera sumasen un punto.

Y el último equipo, que tendrá que esperar casi un milagro para salvar el pellejo, es el Atlético Saguntino. Es cierto que tan solo está a un punto de la permanencia directa, pero ni los números ni el último rival pronostican nada bueno para sus intereses: ha sumado tres puntos de los últimos 36 que había en juego (tres empates y nueve derrotas) y en los últimos 90 minutos del campeonato se las tendrá que ver con el Cornellà. El Atlético Saguntino, de esta manera, tendría que sumar los tres puntos y rezar para que fallasen más de un rival de los que tiene justo encima.

Así están la permanencia y los playoff en el Grupo III de Segunda División B. Aunque sea una categoría muy reñida e igualada donde puede pasar absolutamente todo, estas son las posibilidades que cada uno de los equipos inmersos en una de los batallas tiene para lograr su objetivo. El fin de semana que viene dictará sentencia.