Se plantaba el Rayo en Vallecas con un ambiente de primera: afición celebrando las jornadas del rayismo, recibimiento espectacular al equipo antes del partido, mosaico inicial y conociendo que sus dos rivales más cercanos, Sporting de Gijón y Huesca habían pinchado en sus respectivos encuentros - los gijoneses perdiendo ante el filial del Barcelona, el Huesca empatando frente al Alcorcón. Un escenario idílico para aprovechar una oportunidad de oro.

Un rayo que se veía en primera y un "RDT" intratable

Salia apretando el Rayo en los minutos iniciales, los de Míchel no querían perder la posibilidad de endosarle a sus perseguidores tres puntos muy importantes y por ello desde los primeros minutos se vio a un Raúl de Tomás - que en los prolegómenos del encuentro recibió el trofeo al mejor jugador de la liga del mes de abril- muy activo, tanto a él como a Embarba.

Y el Rayo empezaba avisando, corría el minuto nueve y Embarba ponía un balón para Bebé que se marchaba fuera por muy poco, metiendo el susto al Córdoba y a los aficionados andaluces que visitaban en la tarde de hoy el estadio madrileño.

De Tomás se encontraba con el esférico en el centro del área y con mucha sangre fría le hacía un quiebro a Kieszek para poner el primero.

Como saben los equipos que juegan contra los madrileños, pocas veces avisan antes de que llegue el gol y en el once inauguraba el marcador el killer del área, Raúl de Tomás - que suma ya 24 tantos esta temporada. El delantero se encontraba con el esférico en el centro del área y con toda la tranquilidad y sangre fría del mundo le hacía un quiebro a Kieszek para poner el primero.

Tras el gol, los madrileños olían sangre y el Córdoba parecía que se encontraba más pensando en su liga- que esta temporada se encuentra en pelear la permanencia- le entregó la pelota a los vallecanos, que veían como Unai López tomaba el timón del buque vallecano e incluso se atrevía a disparar en el minuto 18, un balón muy peligroso que no vio puerta por muy poco.

Después llegaron minutos en los que el Córdoba - que hoy salía con una defensa de cinco- intentaba meter al Rayo en su campo, llegando incluso a sacar tres córners de manera consecutiva, pero poco le duró el dominio, es más le duró hasta que Unai López quiso. Otro partido más para enmarcar del vasco, que no sólo manejaba el esférico si no que incluso se ha atrevido con alguna llegada llevando mucho peligro.

Pudo sentenciar el Rayo antes del descanso pero no aprovechó sus oportunidades.

Y seguía avisando el Rayo, movido por su afición y porque cada vez ven el ascenso más cerca. Tuvo en sus botas Trejo - que no había tenido demasiado protagonismo- el segundo, que tras una jugada individual desde la banda izquierda, probaba suerte pero el balón se marchaba fuera. Y en la jugada posterior, Embarba se sacaba un centro magistral que Raúl de Tomás no llegaba a rematar al estar muy bien cubierto por los centrales cordobeses en esta ocasión.

Minutos de transición hasta el descanso en el que el Rayo dormía el encuentro y el Córdoba llegaba tímidamente pero sin peligro claro para los locales. Sólo un tiro de Sergi Guardiola en el minuto 40, obligaba a Alberto a reaccionar en una primera parte en la que apenas ha tenido trabajo. Y se llegaba al descanso con los locales mandando en el luminoso por un gol a cero. 

El Rayo se "quedaba" en el banquillo y el Córdoba lo aprovechó

Los primeros minutos del segundo acto empezaban con el Rayo al ataque y reclamando un posible penalti a Embarba por un empujón en el área cordobesa, pero el colegiado no lo decretó así, pero en cambio sí que en la siguiente acción sancionó un control de Ba con la mano. La falta era peligrosa a favor del equipo de Sandoval - que no se encontraba en el banquillo por sanción- pero un gran Alberto despejaba el peligro.

Los visitantes se venían arriba ante los gritos de “Sí se puede” de los aficionados que habían viajado hoy hasta vallecas y en el minuto 51, Sergi Guardiola ponía un balón al área y Fernández batía a Alberto para poner las tablas en el marcador, tras esto Míchel reaccionaba y mandaba calentar a sus hombres, ya que no podía permitir que el trabajo de la primera parte se viese reducido a nada.

 A raíz del empate, el Rayo se desdibujó y perdió su seña de identidad.

Y se crecían los cordobeses tras el gol, tanto, que apunto estuvieron de marcar el segundo en una mala salida de Alberto. Por eso Míchel decidía sacar a Armenteros en detrimento de un Bebé que hoy no estuvo demasiado acertado. El Rayo intentaba recuperar el control del partido y Embarba recibía una falta en la frontal que a punto estuvo de marcar él mismo.

Quedaba media hora de partido y los verdiblancos - hoy de amarillo fosforito- empezaban a apretar y Sergi Guardiola obligaba a Alberto a hacer una gran parada para evitar el segundo. El Rayo ya sabe, como ha visto en los últimos partidos que los rivales no le van a regalar nada y que también tienen que saber sufrir.

El tiempo se consumía y el Córdoba empezaba a perder tiempo viendo que el punto no era una mala opción en un fortín como es Vallecas y los locales tenían que meter una marcha más si querían salir con los tres puntos, cosa que supondría un paso muy importante en el objetivo del ascenso.

Y en el minuto 76 la polémica estaba servida: El árbitro no señaló una falta a Trejo y decidió conceder la ley de la ventaja para los madrileños , pero el Córdoba robaba el balón y Sergi Guardiola adelantaba al Córdoba ante las protestas de los jugadores rayistas al árbitro ya que Trejo se encontraba en el suelo aún y consideraban que el juego debería de haberse parado.

Míchel metía toda su artillería para intentar conseguir un punto.

Tras el gol, Míchel se la jugaba y decidía quitar un central y jugar con tres atrás para meter a Javi Guerra - que ya le dió el empate al Rayo en el partido de ida- y tratar de lograr como poco la igualada,  y achuchaba el Rayo en los minutos finales, sabiendo de la importancia de puntuar en el día de hoy.

El Córdoba se defendía como gato panza arriba y lograba que el líder, invicto en su campo en toda esta segunda vuelta del campeonato, perdiese su primer partido. Dura derrota de los vallecanos que no supieron rehacerse tras el empate de los visitantes. El alirón tendrá que esperar, ahora toca que el equipo se rearme y se prepare para una nueva batalla en Alcorcón.