La temporada del filial ha sido todo un torbellino de emociones que ha terminado de la peor manera posible. El fatídico descenso de los azulgranas, siendo el equipo con más presupuesto de la competición, ha sido un auténtico varapalo para el grupo que justo hace un año terminaba de certificar su ascenso a Segunda División. Dentro de la tormenta que ha sido el filial la presente campaña, destaca el nombre de uno de ellos, Carles Aleñá, probablemente el mejor jugador de la temporada en el Barça B.

El ascenso del filial a la categoría de plata del fútbol español, cerró todo debate sobre si Aleñá tendría que subir al primer equipo o por el  contrario salir cedido. Los directivos culés y el propio jugador, pensaron que el Barça B sería sin dudas el lugar perfecto para que el jugador siguiera creciendo. Dentro del club, en Segunda División y con un equipo que a priori, tenía un gran cartel para realizar un gran año, el marco ideal para la progresión de un gran futbolista.

Gerard López, uno de los principales valedores del talento del de Mataró, diseño un equipo donde Carles Aleñá era eje y manija. La temporada comenzó y consigo se comenzó a apreciar el gran talento que posee el canterano azulgrana. Tres jornadas tardó tan solo en encontrar puerta por primera vez en La Liga 123, frente al Córdoba, en un partido que fue todo un festival para los azulgranas. Tras su debut goleador, Aleñá sumó tres partidos consecutivos viendo puerta –Córdoba, Alcorcón y Lugo-, dejando ya destellos de lo que es capaz el centrocampista.

Carles Aleñá ante el Rayo Vallecano. Foto: Noelia Déniz, VAVEL.com
Carles Aleñá ante el Rayo Vallecano. Foto: Noelia Déniz, VAVEL.com

Jornada a jornada Aleñá fue sumando grandes actuaciones y jugando en diferentes posiciones del esquema de Gerard López. Su versatilidad en la parte de arriba del equipo, le abrió un abanico de posibilidades al técnico que intentó aprovechar todas las cualidades de Aleñá en diferentes posiciones, desde el mediocentro ofensivo, a ser un poco más creador hasta el interior derecho, que es donde más cómodo se siente el jugador. Su capacidad para romper líneas defensivas en conducción, su buena lectura de juego y su olfato goleador, eran las principales armas del filial.

La llamada del primer equipo

Tal y como sucedió la temporada pasada con Luis Enrique, la llamada del primer equipo no tardó en llegar para Aleñá. Ernesto Valverde, volvió a confiar en el canterano para disputar los primeros partidos de Copa de la temporada. Frente al Murcia primero y luego frente al Espanyol, Carles tuvo la oportunidad de seguir sumando experiencia y minutos con el primer equipo.

Aleñá disputando un partido con el primer equipo en el Camp Nou. Foto: Noelia Déniz, VAVEL.com
Aleñá disputando un partido con el primer equipo en el Camp Nou. Foto: Noelia Déniz, VAVEL.com

Sus partidos a las órdenes de Ernesto Valverde poco tenían que ver con lo que nos tenía acostumbrados en el Barça B, ya que el jugador desempeñaba un rol completamente diferente en ambos equipos. Algo que sin embargo no nos impidió ver una buena versión del jugador, que se siente a gusto jugando en el que presumiblemente será su equipo la temporada que viene.

Ni Aleñá fue suficiente

La temporada finalmente, terminó de la peor manera posible para todos. Gerard López, fue destituido en mitad de la tormenta azulgrana, siendo su sustituto Garcia Pimienta, el hasta entonces entrenador del Juvenil A. Un García Pimienta que siguió ortogandole a Carles Aleñá los mismos galones que Gerard López, dejándole crear y echarse el equipo a la espalda en un momento tan delicado como se vivía en el vestuario azulgrana. Sin embargo, ni una gran versión del de Mataró fue suficiente para salvar al equipo que terminó descendiendo a una jornada para terminar el campeonato.

José Arnáiz con seis tantos se quedó como 2º máximo goleador del equipo

11 goles y 4 asistencias en 38 partidos ligueros, ha sumado Carles Aleñá durante la temporada. Números muy por encima de los de sus compañeros y que deja a las claras la importancia del jugador en el equipo. También, Aleñá ha sido el jugador con más remates entre los tres palos de todo el Barça B, con 63 remates, 1’66 por partido.

Sin embargo, la peor noticia de la temporada llegó en la última jornada liguera, cuando Aleñá sufrió una rotura del tendón del bíceps de la pierna derecha, algo que lo ha obligado a pasar por quirófano y que lo tendrá alejado de los terrenos de juego durante tres meses y medio.

Carles Aleñá retirándose lesionado en la útlima jornada de liga. Foto: Noelia Déniz, VAVEL.com
Carles Aleñá retirándose lesionado en la útlima jornada de liga. Foto: Noelia Déniz, VAVEL.com

La peor noticia posible para el canterano de cara a la próxima temporada, donde a priori formará a pasar parte del primer equipo y que por desgracia se perderá toda la temporada y posterior fase de adaptación, un inconveniente para la carrera del que es llamado a ser un estandarte del barcelonismo en un futuro próximo.