Llegado el final de temporada toca hacer repaso del curso, de las debilidades y fortalezas que el equipo a demostrado a lo largo de estos 9 meses. Este no ha sido el año de los gallegos, eso no es ninguna novedad. El curso ha sido una montaña rusa constante en la que el Celta no ha conseguido coger el camino correcto y finalmente se ha quedado fuera de la clasificación europea para el próximo curso. Sin embargo, la temporada también ha dejado cosas buenas entre los celtistas y es que el equipo olívico cuenta con una de las mejores delanteras de La Liga.

Iago Aspas y Maxi Gómez acaparan el gol céltico

El inicio de temporada tuvo un nombre, Maxi Gómez. Pocos conocían al atacante de Defensor Sporting, y su fichaje generó cierta controversia porque cerraba la puerta al canterano que habría brillado durante toda la temporada, Borja Iglesias. Sin embargo, el uruguayo inicio su etapa en el cuadro celeste con unos números que no dejaban indiferente a nadie. En las siete primeras jornadas el delantero anotó seis tantos logrando convertirse en uno de los fijos del once de Unzué.  

Con el tiempo Maxi Gómez consiguió, con sus propios logros, ganarse el cariño de la afición convirtiéndose en uno de los fichajes más acertados de los últimos años. 4,3 millones de euros dieron al Celta un futbolista capaz de marcar 18 goles en su primer año en La Liga. Una cifra al alcance de muy pocos y que habla muy bien del rendimiento del delantero. 

Más allá de lo individual, junto a su compañero, Iago Aspas, se convirtió en una de las parejas más letales para los porteros rivales.

Un Celta sin Iago Aspas en la alineacion titular es un equipo diferente

El moañés ha firmado una de sus mejores temporadas, superándose a si mismo estableciendo un nuevo récord goleador individual, al sumar 22 goles en Liga, una cifra que no alcanzaba un jugador del Celta desde los años cincuenta. 

Más allá de las cifras, que ya dan una idea de la excelente temporada de Aspas, está su ascendencia sobre el equipo. La veteranía le ha convertido en un líder cada vez más sólido, y en el campo es una auténtica referencia para sus compañeros. Hay un Celta con Aspas y otro muy distinto sin él, y esa es la mejor prueba de que estamos ante un futbolista diferencial, con un valor intangible a la altura de muy pocos en la historia del club

Gracias a los números y a sus grandes actuaciones, el delantero celeste estará en Rusia junto a la selección española para lograr traer de nuevo el mundial a España. Un buen premio para poner fin a está magnífica temporada a nivel personal.

Luces, pero tambien sombras

Pione Sisto ha vivido una temporada en la que las dos vueltas de la Liga se diferenciaron claramente en su rendimiento. Durante la primera vuelta del campeonato, fue uno de los jugadores más destacados del Celta, especialmente a nivel estadístico, con un buen número de goles, y sobre todo asistencias, lo que le valió para ser el mejor pasador del campeonato en la primera mitad del curso

Sin embargo, la segunda vuelta de Sisto nada tuvo que ver. El internacional danés llegó a perder incluso la titularidad en favor de Emre Mor, y cuando el turco-danés fue apartado del equipo, hasta Boyé estuvo por delante de él en algún partido, lo que da una idea de la pérdida de confianza de Unzué en sus cualidades

Por suerte, en los últimos partidos del año mejoró levemente, hasta que una lesión le apartó del equipo las últimas semanas. Viendo sus cifras, no se puede decir que haya sido un mal año, pero ha dejado un cierto rastro de decepción, ya que se contaba con una consolidación en su segunda temporada en el club que no se vio en la segunda vuelta.

Fichaje estrella sin el rendimiento esperado

Más allá de los rumores de las vueltas de Rafinha o Denis Suaréz , como cedidos, hubo un fichaje que generó especial expectación en casa Celta. El delantero turco procedente del Borussia Dormund, Emre Mor, se unía a las filas celestes a última hora, rozando el cierre del mercado de verano.

Siendo el segundo fichaje más caro de la historia del club, su llegada se celebró por todo lo alto, sin embargo, su rendimiento y su presencia en el campo no han sido los esperados.

Además, en el tramo final de la competición la relación del internacional turco con su técnico no ha sido la mejor y el delantero fue castigado en varias ocasiones viéndose obligado a sentarse en las gradas del municipal de Balaídos en varios encuentros.

Se espera un verano lleno de cambios en Vigo que ha comenzado por  un nuevo entrenador. Estaremos a la espera de más novedades de cara al próximo inicio de temporada, pero de primeras no se esperan grandes cambios en la zona de ataque celeste.