Mañana. Domingo 1 de julio, tendrá lugar en el estadio de Luzhniki el enfrentamiento entre España y Rusia, la anfitriona de este Mundial de 2018. Ambos lograron pasar de ronda: los anfitriones como locales y los españoles como primeros. 

En esa clasificación fueron importantes dos hombres en sus selecciones: en Rusia Denis Cheryshev y en España Isco Alarcón. Ambos fueron los protagonistas en los partidos de sus selecciones y fueron importantes en el pase a octavos de esta Copa del mundo.

En Rusia tienen grandes esperanzas de vencer a España depositadas en la figura de Denis Cheryshev. A pesar de haber estado buena parte de la temporada lesionado, volvió a jugar en la fase final de la liga española con su club, el Villarreal, y rindió a un buen nivel, lo que le valió la llamada de Stanislav Cherchésov.

En este Mundial está situado en el tercer lugar en la tabla clasificatoria de máximos goleadores sumando tres goles junto a Diego Costa de España y Kylian Mbappé de Francia, ya asentada en los cuartos de final tras vencer a Argentina en octavos por cuatro goles a tres. El extremo ruso está siendo el jugador más peligroso del combinado anfitrión y la defensa española, con el bajo nivel que está mostrando en el torneo, puede sufrir mucho con su velocidad y su movilidad.

Imagen: Getty
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Por parte de España, el que más brilla con luz propia es el mediapunta malagueño del Real Madrid Isco Alarcón. No está destacando por anotar goles como Denis Cheryshev sino que su trabajo es otro. En los tres encuentros de la fase de grupos, el dorsal 22 de España dio un recital de regates y de pases.

El conjunto español, a pesar de haber pasado como primero de grupo, ha mostrado un nivel muy bajo al esperado por los aficionados al fútbol. Dentro de ese bajo nivel, Isco ha sido el que más ha hecho disfrutar a los seguidores españoles con su calidad.

Su temporada en la liga española ha sido algo irregular, sobre todo porque no logró hacerse con la titularidad indiscutible en el once de Zidane. A pesar de eso, su convocatoria con España era tan esperada como merecida.