El FC Barcelona empieza la temporada de la mejor forma posible, levantando un título. Los azulgranas consiguieron vencer al Sevilla en la final de la Supercopa de España disputada en Tánger por un marcador final de 1-2. Con esta victoria los azulgranas suman un total de 13 Supercopas de España en su palmarés.

Un Barça intermitente

Los de Ernesto Valverde acusaron la falta de rodaje durante el partido. El equipo debe ponerse al 100% y la falta de tono físico se notó en muchos jugadores, especialmente en Luís Suárez que se reincorporó este lunes a los entrenamientos y se le vio desacertado durante los 90 minutos que el uruguayo disputó. Su compañero y amigo Leo Messi jugó una buena primera parte pero en el segundo tiempo el nivel del argentino descendió considerablemente. En ataque sin ninguna duda el mejor fue Dembélé, el francés aporto desequilibro y velocidad al juego del Barça durante toda la final, una muy buena actuación a la que el joven extremo puso la guinda con un disparo potente desde fuera del área que serviría a los azulgranas para adelantarse en el marcador en el tramo final de partido.

En el centro del campo Arthur debutó como titular en partido oficial con la camiseta del FC Barcelona, el brasileño tuvo una actuación correcta, todos los pases que llegaron a los pies del centrocampista acababan en un compañero, además la reciente incorporación culé jugó en todo momento rápido sin retener el esférico cosa que agilizó el juego equipo. Pese a su incorporación al grupo esta misma semana Rakitic fue uno de los jugadores más destacados del partido. El croata entró en la segunda parte y demostró que sigue a un gran nivel tal y como ya hizo en el Mundial de Rusia, con un trabajo no muy vistoso el mediocentro volvió a ser omnipresente en el centro del campo culé. Otro de los debutante fue Arturo Vidal, el chileno entró en los últimos minutos de partido para reforzar el centro del campo pero apenas tuvo participación en el juego.

Leo Messi durante la final de la Supercopa de España / Fuente: RFEF
Leo Messi durante la final de la Supercopa de España / Fuente: RFEF

Defensivamente el equipo sufrió con mucha facilidad. A los culés les costó replegarse durante todo el partido y cometieron errores en defensa impropios de un club de primer nivel. Partido correcto de ambos centrales, tanto de Piqué como de Lenglet, pese a que este último falló en el gol de Sarabia. Buena actuación de ambos laterales que se mostraron incisivos en ataque, en especial el portugués Nelson Semedo. Otro de los héroes de la noche fue el guardameta azulgrana. Ter Stegen paró un penalti en el minuto 90 que él mismo cometió, gracias a ello y otras buenas paradas que el alemán realizó durante la noche el FC Barcelona pudo sumar un nuevo título a sus vitrinas.