A pocos kilómetros de parte del recorrido del río Turia por la capital valenciana, se levanta uno de los feudos más ilustres y míticos del fútbol español. Domingo a domingo, allí se reúne una afición vestida de blanco, negro y naranja, que a pesar de haber vivido todo tipo de situaciones, sigue sin fallar a su equipo. Si no creen en los milagros, pregunten en los aledaños de Mestalla.

Historia de un templo futbolístico

Hace ya 95 años, concretamente un 20 de mayo de 1923, se inauguró el campo de Mestalla, cuyo nombre hacía referencia a una acequia que pasaba cerca del estadio. Desde entonces, las cosas han cambiado de forma considerable. Incluso, entre los años 1969 y 1994, el recinto desplazó a un lado su nombre original, que más tarde recuperaría, pasándose a llamar "Estadio Luis Casanova", haciendo referencia a uno de los presidentes más emblemáticos de la entidad.

Otra curiosidad es el aumento de la capacidad de espectadores a lo largo de los años. De los 17 000 originales, ahora el estadio puede acoger a un total de 49 677 personas. Así, se entiende porqué en los momentos cruciales la afición se convierte en un jugador más, que empuja como ninguna y se transforma en una olla a presión que, no solo marca diferencias, también decide partidos. 

Pasado, presente y futuro

Los goles de Mario Alberto "el Matador" Kempes y Mundo, el pundonor inigualable de Puchades, la magia de Pablo Aimar o Piojo López, la generación dorada de Albelda y Baraja, el poderío en el centro de la zaga de Ayala, el mágico tridente formado por David Silva, Juan Mata y uno de los mejores jugadores de la historia del club, David Villa. Sin olvidar a Santi Cañizares o Gaizka Mendieta, que defendieron el escudo como nadie. Protagonistas de épocas entrañables que pisaron y brillaron en el campo defendiendo la camiseta del Valencia CF.

Pero, como en todos los aspectos de la vida, no se puede vivir del pasado. Mestalla ha vivido en la 2017/18 una temporada ilusionante, que con el regreso a la máxima competición europea, se da paso a un nuevo año con grandes expectativas. De conseguir los objetivos más próximos se deben encargar Rodrigo, Neto, Kondogbia, Parejo y compañía. De cara al futuro, aparecen Carlos Soler, Ferran Torres, Lato... y una cantera ilusionante con futbolistas que vienen pisando fuerte. Mestalla, algún día, será suyo.

Mirando hacia adelante

De manera reciente, cada vez más, dentro del club se busca mejorar la calidad del estadio y conseguir la máxima comodidad para sus aficionados. Así, ya en 2013 comenzó un proceso de modernización, pintando los asientos de color naranja y blanco, dando lugar a la silueta de un murciélago, símbolo representativo del equipo. También se instauró el denominado Mestalla Forever Tour, que muestra a través de un recorrido por el interior diversos lugares importantes del estadio.

Un año después, en la parte externa, se colocaron paneles con los éxitos y fotografías de jugadores históricos del club, además de otro murciélago naranja en la grada. Como curiosidad, en 2017 Mestalla albergó un derbi femenino entre Valencia y Levante, el cual terminó con un contundente 6-0 para las locales y un récord de asistencia en el fútbol femenino español con un total de 17 000 espectadores.

En el mundo del fútbol actual, el hecho de jugar en casa puede ser un factor clave para desequilibrar la balanza en cualquier encuentro. El gol de la victoria en los últimos instantes, uno que te meta en el partido si vas perdiendo... La afición debe responder, empujar, y llevar a su equipo en volandas. Así, todo es más fácil, y si no se han dado cuenta aún, pasen por Mestalla.