La expedición de los hombres de Diego Pablo Simeone a tierras teutonas se encaraba como un reto por la primera plaza en el que se partía con teórica superioridad inicial en lo que a calidad de plantilla, idea de juego e identidad se refiere. 

Un bloque formado por Koke, Saúl, Oblak, Costa o Griezmann que saben lo que es disputar una final de Copa de Europa, contra la rejuvenecida plantilla del Borussia Dortmund, sorprendente líder del campeonato alemán pese a las dudas defensivas que está dejando en este inicio liguero. 

Empatados a seis puntos por sendas victorias contra Mónaco y Brujas, ambos conjuntos prometían partido de transiciones rápidas, primando la velocidad de circulación de los locales, mientras que la organización y seguridad defensiva se convertía en el argumento de los visitantes. 

Con esto, el partido se saldó con un inesperado 4-0 a favor de los del Signal Iduna Park, que demostraron en todo momento una alegría en sus ofensivas y un buen hacer por los costados que dañó y sacó los colores a un Atlético de Madrid que se mostró vulnerable ante ataques vertiginosos y ratificó el mal momento defensivo que atraviesa. 

Muchas actuaciones para el olvido por el bando colchonero que deberá reponerse en la vuelta en su feudo para recuperar la moral en la competición objetivo de esta campaña, de la que deberán salir como primeros de grupo para tener más opciones de cruzarse a un rival de menor entidad en octavos de final. 

Los alemanes superaron al equipo español. Fuente: Atlético de Madrid
Los alemanes superaron al equipo español. Fuente: Atlético de Madrid

Criterio de puntuación: 0-3. Muy mal / 4. Mal / 5. Regular / 6. Bien / 7. Bastante bien / 8. Muy bien / 9. Fantástico / 10. Excelente / S.C. Sin calificar.

SIMEONE (4): no debería de extrañar la falta de recursos del entrenador argentino, debido a que se mantiene fiel a su 4-4-2 que no varía aunque parezca evidente que el equipo resulta previsible y plano en muchos tramos del encuentro. Su principal baluarte, la solidez defensiva, va perdiendo credibilidad y firmeza con el paso de los partidos, dejando un equipo desalmado y que depende en exceso de genialidades de los jugadores decisivos del equipo en metros finales. El cambio de Saúl en sus mejores minutos de fútbol cerca del área (ya podría ponerle desde el principio en esas zonas), sentenciaron las posibilidades de remontada del equipo, que perdió el empuje inicial del segundo tiempo. 

OBLAK (6): no pudo hacer nada por evitar los goles encajados porque no era posible ni para un fuera de serie como él. Estuvo atento en lo que estaba al alcance de un humano, pero no fue tampoco su noche de extraterrestre a la que nos ha malacostumbrado. Empieza a ser habitual que sea de los pocos salvables. 

JUANFRAN (5): ensombrece sus buenas acometidas en ataque el buen partido de Achraf, que siempre supo como hacer daño en el carril diestro de los rojiblancos donde el lateral debería haber puesto orden. Pese a ello, mejor que en otros encuentros, sobre todo con balón y en cuanto a frescura. Guerreiro también supo sacarle las costuras. 

GODÍN (4,5): vive de su buen juego aéreo y veteranía pero las lagunas puntuales le están jugando una mala pasada al equipo esta temporada. Está irreconocible viendo su nivel de antaño y sufre en exceso cuando el tempo del partido se acelera, otorgando menor seguridad que las temporadas anteriores donde no dejaba pasar una. Con él en el campo, otro año, sería imposible imaginar encajar cuatro goles.

LUCAS HERNÁNDEZ(4,5): no se puede aprobar a la pareja de centrales encajando cuatro goles siendo un equipo de índole defensiva. El Campeón del Mundo jugó en su posición natural y se le vio cómodo la mayoría del encuentro salvo en las transiciones rápidas donde parecía sufrir contagiado por las sensaciones del conjunto en general. Golpeó fortuitamente en su cuerpo el balón en el primer gol alemán para desgracia suya.

FILIPE LUIS (3,5): se recordaban pocos partidos tan impropios del lateral carioca. Un regalo en el cuarto gol de los alemanes que tardará en olvidarse por la incomprensión de la acción. El resto del partido sufrió con Pulisic y defensivamente pudo dar más de sí, prefiriendo sumar en ataque donde acertó algo más. Borrón y cuenta nueva si no quiere que Lucas le aparté ahora que Giménez y Savic están disponibles.

Filipe no tuvo su noche. Fuente: Atlético de Madrid
Filipe no tuvo su noche. Fuente: Atlético de Madrid

THOMAS PARTEY (4): Simeone apostó por su músculo en la medular en vez de Rodri y no terminó de cuajar, sufriendo con Reus y sin aportar demasiado, motivo por el que fue sustituido tras el descanso. Llegaba de completar buenos partidos y en este se le vio desubicado y llegando tarde a las coberturas, llevándose mal sabor de boca, una amarilla, y la necesidad de saber imponerse y ofrecer mayores recursos en fase ofensiva.

KOKE (4): nadie tiene claro si el míster le prefiere en sala de máquinas junto a Rodri o Thomas, o de interior ofreciendo toque más pegado a banda. En el partido estuvo lento en la toma de decisiones, perdió algún balón en zona de medios y fue superado por un Witsel inconmensurable. No mostró su buen pie y facilidad para filtrar pases que tanto necesitan los rojiblancos. Mejoró con la entrada de Rodri.

LEMAR (3,5): de sus partidos más intrascendentes con el equipo madrileño. No desbordó, tuvo que retrasar su posición para entrar en contacto con el cuero y su ocupación del carril central no surtió efecto. No parecía el jugador adaptado al equipo que ha aparentado en lo que va de temporada, dejando una imagen de "quiero y no puedo" en sus acciones que no había mostrado hasta hoy. Esperemos sea algo puntual y que no repita.

SAÚL ÑÍGUEZ (5): su primera parte, en tareas de elaboración de jugada, dejó mucho que desear y se notó lo que lleva pasando toda la temporada: tiene que jugar cerca del área para explotar sus virtudes. Y dicho y hecho pues, tras el descanso, merodeó por el área dejando un latigazo a la cruceta en la mejor fase de juego visitante. En ese climax de fútbol, el Cholo le sentó por Correa y se perdió la buena dinámica.

GRIEZMANN (4): lo intentó con más voluntad que acierto pero no fue, ni de lejos, su noche. Quiso imprimir esa calidad que se le ve que atesora, pero se apagó su magia por una sucesión de errores que le impidieron brillar. Intermitente y voluntarioso, no supo liderar al equipo en los peores momentos y poner claridad en momentos opacados, siendo esta tarea la exigida para una estrella de un aspirante al título. 

DIEGO COSTA (3,5): cualquiera se da cuenta de que no está fino y está lejísimos de su mejor nivel. Errático e impulsivo en sus decisiones, al mismo tiempo que carente de determinación en metros finales. Alarmante su estado de forma. No tiró más que una vez y no da la sensación de peligro que se le exige a un delantero centro de sus características. O cambia de chip o el equipo le echará mucho en falta.

RODRIGO HERNÁNDEZ (6,5): parece irónico que sea el mejor puntuado cuando tras su entrada se encajaron tres de los cuatro goles. La fluidez mejora con su imponente presencia. Cada partido suyo es un máster de lo que debe ser un pivote defensivo. Reparte y no se esconde, pero no puede hacerlo todo. El estilo mejoró y dominaron el primer tramo del segundo tiempo, pero después se vino abajo con el equipo. Deben de construir sobre su figura si en el Atlético de Madrid se quiere crear un proyecto ganador y ambicioso.

CORREA (5): intentó cumplir su cometido, sembrar caos. Lo consiguió de manera parcial y tras sustituir al que estaba llevando el peso ofensivo y las mejores ocasiones del equipo en el partido y, lejos de mejorarlo, se encajaron los tres goles restantes tras su salida. No fue su culpa y puso esfuerzo en desbordar, llegando a chocarse con el palo que evitó su gol. Verticalidad que no fue suficiente.