Vallecas sigue viviendo días grises. Cuando un empate, a pesar de ser contra un equipo grande como el Athletic de Bilbao no sabe a victoria es que algo pasa. Ese “algo” que hace que por muy bien que arranques un partido y que sometas al rival a tu juego y ocasiones, salga vivo y pueda aprovecharse de tu bajo estado de ánimo para arrebatarte puntos en casa. Ese “algo” le pasa al Rayo Vallecano.

"No creo que el problema sea la ansiedad de ganar partidos"

Un día más en la oficina y el equipo de La Franja sigue sin cosechar victoria alguna en casa. En el cómputo general, 9 partidos y una sola victoria en Huesca es el bagaje de un Rayo Vallecano en apuros que, ante también la sabida necesidad del Athletic de arrancar, salió a morder. Míchel sabía que necesitaba el partido y él se lo dió. Velocidad, posesión y control del juego en una primera parte para enmarcar. Sin duda alguna la mejor del Rayo en lo que llevamos de Liga y de la que desgraciadamente salió vivo el Athletic de Bilbao, que no perdona: “La primera parte ha sido buenísima en juego, ocasiones e intensidad. Una pena habernos ido solamente con 1-0 al descanso en el marcador. En la segunda nos han quitado el balón y hemos sufrido mucho más”, explicaba un Míchel decepcionado con el resultado del partido. 

El gol vasco supuso un antes y un después en el encuentro. El tanto de Muniaín que daba vida al Athletic y “dolía” según el propio Míchel, por el múltiple número de carambolas en la jugada. Quiso reaccionar el Rayito con la entrada al campo de Álex Alegría pero, ni por esas fue capaz de volver a hacerse con el control del partido: “En el segundo tiempo hemos metido un segundo punta buscando bajar balones y centros al área. A pesar de esto hemos seguido tocando atrás y nos ha costado más aguantar el balón. Hemos buscado hacer daño, arriesgándonos mucho, porque desgraciadamente necesitamos eso, sumar de tres en tres”, expuso el técnico del Rayo

Míchel durante el transcurso de un partido la temporada pasada | Fotografía: Rayo Vallecano
Míchel durante el transcurso de un partido la temporada pasada | Fotografía: Rayo Vallecano

Necesidad de encontrar la senda de la victoria para no complicarse más la vida en una Liga donde cualquier despiste te puede salir muy caro. Situación que a veces se vuelven tortuosas sin una pizca de suerte en tu camino, pequeños detalles que pueden decantar un partido o una ocasión de gol clara: “Hay que trabajar para que esos detalles se nos pongan de cara. Vamos a reforzar el aspecto mental también, para no bajar los brazos y seguir intentando buscar la victoria. Fallar ocasiones no me preocupa, hemos tenido presencia en el área y eso es importante. No creo que el problema sea la ansiedad porque creemos en poder revertir esta situación. No queremos que esos pequeños detalles se vuelvan aún más graves sino en que a base de trabajo se pongan a nuestro favor”, expresaba Míchel con gran confianza.

"Desgraciadamente necesitamos sumar puntos de tres en tres"

Problema que se muestra incomprensible debido a la calidad de los jugadores, como Santi Comesaña, que en cada partido demuestra que puede estar llamado a hacer algo grande, hasta el punto de ganarse el halago de su entrenador: “Tiene amplísimas capacidades. Es un jugador todoterreno y solo le cabe mejorar: jugar a menos toques, recorrido, y todo ese tipo de cosas que le harán crecer cada vez más”.

Mucho que hacer por delante para un Rayo Vallecano que demuestra tener el “empuje” de la afición, que se muestra importante para Míchel para que el equipo “termine de arrancar” y pueda mantener la categoría en su regreso a Primera porque como bien dice su entrenador: “Aún estamos vivos”.