Del mismo modo que lo hacen dos enamorados, Luka Modric acariciaba su Balón de Oro segundos antes de mostrárselo al público del Santiago Bernabéu. La afición, que siempre ha evidenciado un cariño especial por el croata, se puso en pie para ovacionarle como tantas otras veces lo han hecho en los últimos años. Eso no es nada nuevo. Lo que sí es una novedad es que el '10' blanco sea el primer croata de la historia en hacerse con este galardón y lo consigue poniendo punto y final a una década de hegemonía liderada por los dictadores Messi y Ronaldo. 

Ovaciones aparte, el partido no fue gran cosa. El Real Madrid venía de hacer un ridículo estrepitoso cuatro días antes ante el CSKA de Moscú en Champions. Caer, en esta ocasión, no estaba permitido. Los de Solari debían despedir este año el Santiago Bernabéu con una victoria y sobre todo dejando una buena imagen que limpiase lo sucedido frente a los rusos. Lo primero se logró, pero lo segundo no tanto. Y es que a pesar de que el transatlántico blanco golpeó pronto, concretamente en el minuto doce, no fue capaz de batir ninguna vez más la portería de Dimitrievksi. 

Benzema y Lucas celebran el tanto. Foto: Liga Santander.
Benzema y Lucas celebran el tanto. Foto: Liga Santander.

Ni Asensio, que tuvo dos claras, ni Kroos que estrelló el balón en la madera, ni tampoco el propio Benzema fueron capaces de dejar algún regalo más de Reyes anticipado. La afición merengue se tuvo que conformar con un solo tanto del ariete galo, que con este acumula ya seis en Liga. Fue un partido gris, sin más brillo que el que fulguraba el Balón de Oro de Luka Modric, que reposaba en un altillo. El conjunto de Michel tampoco salió con una idea clara de partido y se limitó a aprovechar las jugadas a balón parado y los posibles errores de la zaga blanca. Por suerte, para el Madrid, no consiguieron beneficiarse de ninguna y se marcharon a casa con la sensación del que se presenta a un examen sin estudiar. 

Dejaron jugar al Real Madrid en todo momento. Tampoco presionaban la salida de balón ni parecían querer incluso ganar el partido. La apatía se apoderó del césped del Bernabéu que ya pensaba en las vacaciones navideñas. Un destello de luz, quizá de ese Balón de Oro, apareció por parte de los visitantes ya en el descuento. Courtois salvó una doble ocasión muy clara, la mejor del partido, evitando así que se escaparan dos puntos vitales para las aspiraciones del club. Se podrán criticar muchas cosas de la planificación veraniega, pero el fichaje del belga ha supuesto sin lugar a dudas todo un acierto. 

Courtois salva al Madrid en el descuento. Foto: Real Madrid.
Courtois salva al Madrid en el descuento. Foto: Real Madrid.

La otra cara de la moneda para el Madrid es que su goleador, Karim Benzema, se tuvo que retirar lesionado a poco más de diez minutos del final. Habrá que esperar el resultado de las pruebas médicas, pero lo que es seguro es que el francés no quiso quedarse ni en el banquillo a terminar de ver el partido y se marchó directamente al vestuario. No será hasta el próximo 6 de enero, día de Reyes, cuando el campeón de Europa vuelva a vestirse de corto en su estadio. Recibirán la visita de la Real Sociedad y no hay mejor regalo para esos niños que una victoria de su Madrid, a poder ser, con muchos goles. Todo un Roscón de Reyes.