El ostracismo profundo en el que se encontraba inmerso Isco, se vio profundizado aún más si cabe tras el partido de Butarque. En una gélida noche, propia de la Invernalia más profunda, cayó derrotado el Real Madrid por 1-0 a manos de un luchador Leganés que en su afán de no darse nunca por vencido, hizo que el miedo hiciera acto de presencia en la cabeza del aficionado blanco.
Ni el propio Santiago Solari tenía claro lo que quería, viendo su planteamiento inicial del partido. Marcelo y Reguilón jugaron juntos por banda izquierda con el brasileño más adelantado. Dentro de ese caos profundo, a los veinte minutos de partido le dijo el '12' blanco al canterano que le devolviese la posición de lateral zurdo, y que 'Regui' jugase más adelantado. Y todo esto sin enterarse el técnico argentino. En ese profundo desbarajuste, no le quedó otra a Solari que quitar a Reguilón en el descanso para reajustar su once. Además, Vinicius partió de delantero centro. No jugaba ahí desde sus primeras patadas al balón en Río de Janeiro, y frente a colosos como Siovas o Bustinza, andaba completamente desubicado. Isco volvió a la titularidad y no hizo otra cosa que reafirmar la posición de Solari de que no sea titular, y es que apenas se le vislumbró por el verde de Butarque. Fue sustituido en la segunda mitad y ni miró al argentino cuando iba para el banquillo.
El Leganés, como gota de agua incansable
En el cómputo global del caos blanco, el claro vencedor fue el Leganés. Hizo los deberes y puso en serios problemas al Real Madrid. Portería a cero y un gol en la primera parte. En la segunda mitad, como gota de agua incansable que quiere hundir la roca. Tuvieron la mala fortuna de que bajo el larguero de la portería de la grada de animación 'pepinera', estaba la pantera de Costa Rica. Un inconmensurable Keylor Navas, volvió a salvar al Real Madrid. Una vez más. Veintiún remates realizó el CD Leganés en todo el partido, fruto de la insistencia propia del que quiere remontar la eliminatoria.
El equipo dejó muy buenas sensaciones. La unidad B 'pepinera' gustó, y la afición reconoció el esfuerzo al final del partido con una ensordecedora ovación. Sabin Merino y Braithwaite mostraron su mejor versión y presentaron sus cartas para pelear por ser la delantera del Leganés. Se afianzó además el bloque sólido de Pellegrino dejando la portería a cero frente al conjunto blanco. Los blanquiazules ya han ganado en su estadio a Real Madrid y Barcelona, y no han perdido frente a Sevilla y Atlético de Madrid. Y todo en la misma campaña.
