Sergio González compareció ante los medios de comunicación de cara al próximo compromiso liguero del Real Valladolid, que se medirá al Espanyol este sábado, a las 13h, en el RCDE Stadium. Sumidos en una dinámica negativa, el técnico catalán recalcó la necesidad y la importancia de ahora, más que nunca, transmitir sensación de unidad. "Necesitamos ya ese gol que nos libere. Toca estar todos juntos para olvidarnos de esa presión externa", comentó.
El Valladolid, únicamente tres puntos por encima de la zona del descenso, se mide a otro rival en horas bajas, el Espanyol. Los catalanes, que comenzaron la temporada de forma brillante, instalándose incluso en puestos de UEFA Champions League, no pasan por su mejor momento. Tan solo con dos puntos más que los blanquivioletas, los pericos contarán con el factor campo a su favor, lo que dificulta aún más las cosas. "Son un buen equipo que también tiene que reivindicarse. Es un conjunto fuerte y compacto, lo que nos va a exigir nuestra mejor versión. Pese a que cada entrenador es fiel a su estilo, ellos han cambiado el planteamiento", analizó Sergio, que destacó el papel de los extremos.
Con respecto al partido frente al Betis, que dejó un muy mal sabor de boca debido al buen juego del equipo pucelano, González dijo: "generamos llegadas y situaciones de gol. Lo único que se nos puede echar en cara es la puntería". Además, el de Hospitalet elogió la actitud del equipo, que nunca dejó de intentarlo. "Será un buen día para dar un golpe de efecto. Nos encontramos en buena sintonía. A lo mejor hay que renunciar al buen juego y centrarnos en el resultado", matizó.
Sergio González también fue preguntado por su pasado. Y es que el actual técnico del Real Valladolid pasó por el Espanyol, tanto en el campo como en los banquillos. Como jugador, desde 1997 hasta 2001, ganando incluso una Copa del Rey; como entrenador, desde mayo de 2014 hasta diciembre de 2015, cuando fue cesado. "Mi paso por allí y mi destitución quedan lejos. El Real Valladolid ha ocupado ese vacío", sentenció.