Manu Herrera, su paso anterior a Osasuna

Manuel Herrera Yagüe nació en Madrid el 29 de septiembre de 1981. Sus primeros pasos como futbolista los dio en la cantera del Real Madrid, donde, conforme pasaron las temporadas, logró llegar hasta el equipo B del conjunto madridista, especial mención para el jugador tras su paso por el Real Madrid C. No terminó de cuajar en el filial blanco, razón por la que el jugador acabaría haciendo las maletas para acabar yendo, primero al Casetas, y posteriormente al Palamos, donde gozó de bastante protagonismo.

Esta situación no pasaría desapercibida y fue un filial, el del Levante, quién se interesó por sus servicios. El jugador gozó de gran continuidad en el equipo granota, y es que en las tres temporadas que jugó, disputó 80 encuentros con un saldo final de 55 goles encajados entre las tres temporadas. Tras este último año, el arquero madrileño apostó por mirar alto y hubo un equipo que se interesaría por sus servicios, el Eibar (que por aquel entonces militaba en 2ª División).

La suerte le fue esquiva en su estancia en el conjunto armero, donde en la única temporada que estuvo, tuvo un papel testimonial, siendo titular en cuatro partidos. Tras esta experiencia, el jugador volvió a tierras levantinas, y al mismo club, al Levante, solo que al primer equipo. Si bien es cierto que, aunque no tuvo una gran cantidad de partidos en las dos temporadas que estuvo como cancerbero, sí que es cierto que gozó de alguna oportunidad más, concretamente disputó 24 partidos con un total de 26 goles encajados entre ambas temporadas.

A partir de este momento, y habiéndose consolidado en la categoría de plata del fútbol, Manu Herrera probó suerte en varios equipos, pero fue en dos de ellos donde verdaderamente se dio a conocer, el Alcorcón y sobre todo el Elche. En su estancia como jugador alfarero, salvo una lesión en el hombro que le apartó del equipo las últimas jornadas de la primera de las dos temporadas que dispuso, fue titular indiscutible en el conjunto de Santo Domingo, disputando un total de 76 partidos como titular. Su experiencia sería mejor si cabe tras su llegada al conjunto ilicitano, donde cuajó dos muy buenos años y en el tercero de ellos alcanzó la Primera División, donde sus participaciones fueron algo más discretas.

La falta de minutos en esta última temporada sería un factor importante para un cambio de aires en busca de minutos y protagonismo. Probó suerte en el Real Zaragoza, donde, en la temporada que estuvo, tuvo un rendimiento algo irregular. En la primera vuelta de la liga, el jugador apenas gozó de oportunidades, situación que se revertiría en la segunda mitad de Liga, donde logró el pleno de minutos en los 23 partidos que disputó. Antes que Pamplona, su último paso fue el Real Betis, donde su presencia como arquero verdiblanco fue testimonial.

Paso silencioso por Pamplona

Manu Herrera llegó a Osasuna en la temporada 2017/2018. Se trataba de una temporada de borrón y cuenta nueva; los rojillos, que tras un año fugaz en Primera, retornaban a Segunda División, y de la mano de Diego Martínez se llevó a cabo la confección de una plantilla que por objetivos debía pelear por las cotas más altas de la clasificación.

Se trató de una revolución importante, la cual afectaba a la portería. Desde Heliópolis llegaba con la carta de libertad el arquero madrileño, pero no sería ésta la única incorporación en su demarcación. Desde Huesca, Osasuna se había hecho anteriormente con los servicios de Sergio Herrera, un portero que deslumbró en el conjunto oscense y que llegaba a Pamplona para ser dueño y señor de la portería osasunista.

Así las cosas, los roles parecían definidos- Sergio Herrera fue el portero titular, relegando al banquillo a Manu Herrera. Las grandes actuaciones del portero de Miranda de Ebro engrandecieron su figura, convirtiéndose en un jugador indiscutible para Diego Martínez. Esto implicaba que las oportunidades de Manu Herrera para jugar pasaban por competir en Copa del Rey, repartiendo minutos el técnico pontevedrés entre los jugadores menos habituales.

La otra vía llegaría cuando Sergio Herrera, fuera por sanción o lesión, no estuviera disponible en Liga, y así fue en este último caso, lesionándose de gravedad en Soria en un Numancia – Osasuna en plena pelea ambos equipos por apurar sus opciones de playoffs. En los cuatro partidos que disputó en competición doméstica, no se puede decir que realizara buenas intervenciones, con goles decisivos que, a la postre, acabarían apartando a Osasuna de pelear un retorno a primera, vía playoffs.

Tras desvincularse del club navarro y quedarse sin equipo, se incorporó en el mercado de invierno en el Atlético Baleares, su actual equipo. Hasta la fecha, en los siete partidos como jugador del conjunto mallorquín, no ha disputado ningún partido como titular.