El acuerdo con el jugador parece cerrado y lo único que frena el regreso del vigués a la que fue su casa es la fijación de la cuantía del traspaso. La operación se encuadra dentro de la venta de Maxi Gómez al conjunto ché, cuya oferta sería el jugador gallego y 15 “kilos” mientras que el Celta espera obtener, además de al canterano, un sobrante de 25 millones de euros, ya que el club uruguayo Defensor posee el 20% de los derechos del delantero charrúa y habrá que abonarles la cantidad correspondiente.

En la parroquia celtiña hay voces que no están del todo contentas con la posible llegada de Mina debido a la forma en la que el canterano se marchó del club en el año 2015 pero si analizamos su llegada en base a criterios deportivos, la opinión cambia.

El gallego ha disputado 45 partidos de los 61 en los que ha participado el Valencia en todas las competiciones y ha disfrutado de una media de 60 minutos por encuentro, participando en 19 goles de forma directa (anotando 13 tantos y dando  6 asistencias). Para poner en contexto esta cifra cabe resaltar que entre cinco jugadores de banda del Celta esta temporada han aportado la misma cifra de participaciones de gol en todas las competiciones que Santi Mina: Boufal 3 goles y 4 asistencias, Sisto 2 goles y 1 asistencia, Boudebouz 1 gol y 2 asistencias, Hjuslager 3 asistencias y Mor no ha hecho ninguna aportación directa.

El encaje táctico de Mina puede suscitar alguna duda ya que, a pesar de haber jugado en el Valencia en la punta de un 4-4-2 compartiendo ataque con un jugador móvil como Rodrigo, parece que Escribá apostará por repetir la fórmula de acompañar a Iago Aspas con un delantero del estilo de Maxi, por lo que su compañero de ataque sería Gabriel “Toro” Fernández relegando a Mina a la banda. Si bien esa posición no es extraña para el canterano, haría que sus números goleadores descendiesen pero teniendo en cuenta que el rendimiento del nuevo delantero uruguayo es una incógnita no sería descabellado ver una dupla atacante formada en A Madroa o, incluso, cambiar el esquema hacia un 4-3-3 en el que podrían ocupar ellos las tres posiciones de arriba, aunque conociendo al técnico celeste, parece improbable desguarnecer tanto la parte defensiva con un dibujo tan ofensivo.

A fin de cuentas, la valoración de la llegada de Mina dependerá del dinero que acabe aportando el Valencia para llevarse a Maxi pero si hay que realizar un esfuerzo económico este verano, hacerlo por un jugador de 23 años, de la casa y que puede marcar diferencias en la parcela ofensiva parece una buena operación.