No pudo ser. Todavía es difícil asimilarlo, pero el Deportivo jugará la próxima temporada en la Segunda División. El ascenso se escapó cuando parecía estar atado. Los hombres de José Luís Martí realizaron uno de los peores partidos de toda la temporada ante un Mallorca que logró una épica remontada

Crónica de una muerte anunciada

Cualquier aficionado deportivista pudo presagiar lo peor al ver el once titular de su equipo en Mallorca. Un esquema marcado por la ausencia del centrocampista de contención. Con Bergantiños lesionado, Vicente y Edu fueron los escogidos para acometer el juego interior de los baleares. Dos jugadores de corte ofensivo y perfil creativo. Martí tomó riesgos quizás en la parcela más determinante. Otra decisión que sorprendió a la parroquia blanquiazul fue la suplencia de Carlos Fernández. El Deportivo afrontaba el partido más importante del año con un solo delantero: Quique. 

Viendo el desenlace del encuentro, es difícil entender qué buscaba el Deportivo con su planteamiento. El equipo, a diferencia de lo visto una semana atrás en La Rosaleda, no supo sufrir. En Son Moix se pudo ver un Dépor vulnerable, pobre en la media, sin ayudas en los laterales, débil en el cuerpo a cuerpo y temeroso con el balón en los pies. Los cambios tampoco ayudaron. Llegaron tarde y fueron inefectivos. La lesión de Nahuel trastocó los planes de Martí. Cartabia entró cuando el ascenso ya se había esfumado. Difícil comprender el plan del Dépor en el partido más importante de toda la temporada. El Mallorca fue mejor de principio a fin y los coruñeses solo fueron capaces de crear peligro en acciones aisladas. 

Sin Álex, el Dépor es menos Dépor

Quizás el Deportivo comenzó a perder el ascenso con la lesión de Bergantiños. El capitán tuvo que abandonar el partido de ida debido a una carnicera entrada de Marc Pedraza. No pudo jugar en Son Moix y el equipo lo acusó. Del Deportivo se echaron de menos muchas cosas, pero sin duda alguna le faltó carácter, garra, entrega. Todo aquello que aporta Álex. El elenco coruñés afrontó una final sin su líder espiritual y las consecuencias fueron trágicas. Es inevitable cuestionarse cómo hubiese sido el partido en Mallorca con Bergantiños sobre el verde. 

"Los jugadores se han quedado sin un premio que creo que merecían"

Con estas palabras resumía el encuentro José Luís Martí. El técnico balear estuvo cerca de obrar el milagro del ascenso pero un errático planteamiento le privó de ello. Como ya le ocurriera en el Tenerife, una cruel remontada en el partido de vuelta dejó a Martí sin su primer ascenso como entrenador. Su futuro es incierto. Termina contrato con el Deportivo y es difícil predecir su continuidad. Pese a que el equipo ha experimentado una notable mejoría desde su llegada al banquillo, la debacle de su equipo en Son Moix puede alejarlo del club coruñés. 

Las consecuencias de no ascender el primer año

El Deportivo deberá afrontar un futuro inmediato más que complicado. El fondo de compensación que la Liga abona a los clubes recién descendidos ayuda a conformar una plantilla de nivel. No obstante, al no lograr el ascenso, el Dépor deberá planificar la siguiente campaña sin ese fondo compensatorio. Lo que significa una rebaja del presupuesto salarial importante. Hombres importantes como Cartabia, Mosquera o Quique lo tendrán difícil continuar en Riazor. Casos como Domingos Duarte, Pablo Marí, Nahuel o Carlos Fernández son todavía más complicados. El club coruñés no podrá ejercer las opciones de compra de los jugadores cedidos. 

Carmelo Del Pozo y el resto de la secretaría técnica trabajan desde ayer en la confección de una nueva plantilla. Una plantilla que vuelva a ilusionar al aficionado y que sea capaz de luchar de nuevo por el ascenso a la máxima categoría del fútbol español. 

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