El árbitro, natural de Toledo, aunque afiliado en La Rioja, es uno de los dos debutantes en la Liga Santander, en la que ha dirigido ya dos encuentros, el Alavés - Levante y el Espanyol - Granada. A sus 39 años, y con solo una temporada en Segunda, logró el ascenso a la máxima categoría.

En 2010, dirigió su primer partido en Segunda B. En la categoría de bronce arbitró más de 90 partidos en ocho años. Uno de ellos fue al Promesas en la 2016-2017 que visitaba al Caudal Deportivo donde cayó derrotado por un contundente 4-0. El partido fue televisado por la 8 Valladolid.

En 2018, ascendió a la categoría de plata y al año siguiente a la élite del fútbol español. Con este debutante, va a estar Hernández Hernández, viejo conocido para los pucelanos. La pasada campaña, el árbitro canario también dirigió un partido contra el submarino amarillo pero esta vez, en Zorrilla. El encuentro acabó con un igualado 0-0.

Sin embargo, en esta ocasión, Hernández Hernández estará en el VAR y no podrá sacar ninguna tarjeta a los pucelanos a los que lleva más de 30 amarillas en su casillero. El Madrigal está esperando con ganas y ambición el partido del sábado donde el equipo querrá darse una alegría ante su propia afición. Con este partido de la Jornada 5, Soto Grado dirigirá su tercer partido como árbitro principal.

El paso adelante que ha dado en su carrera ha sido impecable, ya puede decir que va a arbitrar a los equipos más importantes a nivel nacional, todo un sueño hecho realidad. Quién le iba a decir a él que en 2019 ya sería un árbitro de Primera División. Veremos si Soto Grado les da buena suerte a los castellanos y los tres puntos viajan a Valladolid.

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