Mohammed Salisu fue elegido por los seguidores de @ValladolidVAVEL como el mejor futbolista del combinado blanquivioleta en el 0-0 entre Real Valladolid y Atlético de Madrid, que dejó un sabor de boca agridulce ante la posibilidad de haber podido sumar algo más de un punto en un duelo que bien se pudo decantar a favor de los muchachos de Sergio González. El ghanés, una de las grandes revelaciones de La Liga, fue uno de los artífices de que el Real Valladolid dejase su portería a cero por segunda jornada consecutiva.

Con el 48% de los votos, Salisu se impuso en una apretada votación a Joaquín Fernández, que acumuló el 44%. Por detrás, un siempre trabajador Nacho Martínez, que solo pudo sumar el 8% restante. Y es que el central africano afrontaba una difícil papeleta al tener que verse las caras con jugadores de la talla de Álvaro Morata, Diego Costa o Joao Felix, anulados de principio a fin por la zaga vallisoletana. El natural de Acra, con tan solo 20 años, asumió el liderazgo y acabó el choque con 40 balones tocados, 30 pases realizados, seis duelos ganados, cuatro despejes y tres entradas exitosas; números que valieron para puntuar ante uno de los colosos de la competición, candidato a pelear por el título liguero.

Pese a su juventud, Mohammed Salisu ya es un indiscutible junto a Kiko Olivas. Con la responsabilidad de suceder a Fernando Calero, el ghanés ha asumido galones que han permitido la continuidad de un proyecto basado en la solidez defensiva. Por su parte, Joaquín Fernández volvió a demostrar estar capacitado para ser un futbolista importante en este Real Valladolid. Jugando por delante de los dos centrales por las ausencias de Rubén Alcaraz o Fede San Emeterio, el andaluz no se arrugó y dio la razón a un Sergio González que, al apostar por él, pretendía blindar el centro del campo y forzar al Atlético de Madrid a atacar por unos flancos en los que los dos laterales, el propio Nacho Martínez y Javi Moyano, estuvieron a la altura.

En definitiva, todo el bloque defensivo en su conjunto fue el claro protagonista de un partido en el que un equipo, el Valladolid, no fue igual de contundente en ambas áreas. Pese al esfuerzo coral, no solo de los defensores, por limitar la fluidez ofensiva del Atlético de Madrid, da la sensación de que el Pucela no acabó del todo satisfecho; además del penalti errado por Sandro Ramírez, el equipo inquietó en más ocasiones el marco defendido por Jan Oblak, pero sin premio final. Pese a todo, la imagen que deja el Real Valladolid antes del parón de selecciones es la de un conjunto ambicioso, combativo y solidario, capaz de plantar cara a cualquiera de los 19 rivales.