La Liga vuelve al José Zorrilla, y los aficionados esperan que los muchachos de Sergio González otorguen la primera victoria en casa frente a la SD Éibar. 

El equipo armero, dos puntos por detrás de los pucelanos, llega a Valladolid con la motivación de ganar y de superar a los vallisoletanos en la tabla. Lo hará desde su convicción y estilo característico y ante un equipo con importantes novedades.

Sin Fede San Emeterio, Rubén Alcaraz ni Sandro Ramírez, lesionados, Pedro Porro es la gran ausencia de la citación blanquivioleta. Sin el '2' y con Jorge de Frutos, nuevamente, en la lista, el once de Sergio puede contener alguna novedad en una semana de tres partidos, pero tras descartar revoluciones. El técnico del Real Valladolid reconoció en la previa que la plantilla se siente en deuda con la afición y, por ello, notó en los futbolistas un impulso a mayores. Sabe que los jugadores quieren reivindicarse y mostrar a los aficionados de lo que son capaces. 

El conjunto armero es decimosexto con 9 puntos, dos menos que el bloque vallisoletano tras las diez jornadas de Liga disputadas hasta el momento, por lo que intentará sacar un rédito de Zorrilla que le permita escalar posiciones. Si analizamos en profundidad el juego de este equipo, Sergio tiene claro que presionarán muy arriba“Es el equipo que más roba en campo contrario, muy dinámico, que combina muy rápido y no especula, supera líneas, llega por fuera y pone muchos centros laterales", analizó en la rueda de prensa de este pasado jueves.

Bajo el arbitraje de José Luis Munuera Montero, el Pucela probará esa "necesidad" y comprobará si es sólo eso y no termina convirtiéndose en "ansiedad". Pese a que Sergio ha querido esconder tal término, dos resultados negativos más podrían dejar a un lado la necesidad del equipo en el Nuevo Estadio José Zorrilla para dar paso a la ansiedad blanquivioleta.

El duelo ante los armeros tiene más impacto y trascendencia del clasificatorio: el mental y psicológico.

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