El principio de este romance comenzó un 28 de agosto de 2017, cuando el pretendiente aún jugaba en el RC Celta de Vigo. Era la segunda jornada de LaLiga, y el Betis estrenaba su nuevo Gol Sur, que vio salir de sus pies el primer gol de su nueva era. Una 'bonita' casualidad.
Su ahora compañero en el Valencia y antes compañero en el Celta, Daniel Wass, sacó un córner perfecto al corazón del área que Maxi remató con la testa a bocajarro, que rebotó en un defensor rival y acabó entrando entre los tres palos, inaugurando así la nueva grada sur verdiblanca.
Al año siguiente, Maxi quiso volver a sorprender a su amada, y la verdad es que consiguió más de lo que todos esperaban: entró al campo en el segundo tiempo tras volver de una lesión, y en cuestión de minutos, consiguió darle la vuelta por completo al marcador con un doblete, enmudeciendo de esta manera al público local. Finalmente, el resultado fue salvado para suerte bética por Sergio Canales tras un libre directo algo más lejano de la portería de lo habitual.
El Valencia realizó el pasado verano una inversión muy importante por el ariete, pues desembolsó 14 millones y medio de euros más Santi Mina al RC Celta de Vigo por sus servicios, cerrando de esta forma uno de los fichajes más interesantes de estos últimos años.
Lo cierto es que el uruguayo no está decepcionando; aunque quizás sí que se espera algo más de él de aquí a que finalice la temporada. Cinco goles en 16 partidos no están nada mal, aunque visto lo que se vio estos años atrás, debe dar un paso al frente.