El Rayo Vallecano viajaba a tierras vascas para hacer frente a una nueva eliminatoria del torneo copero con la ilusión de avanzar en esta competición tan emocionante gracias al cambio de formato y en lo que suponía también un partido con cierta dificultad debido a la condición de actuar como visitante a pesar de que el rival militara en una categoría inferior. Una buena oportunidad para llevar a cabo rotaciones entre los jugadores que disputaran el partido, pero que, sin embargo, no iba a poder ser así debido al gran número de bajas que tenía el conjunto franjirrojo. Para tratar de ayudar a lograr el triunfo, el técnico rayista les había dado la oportunidad a varios canteranos de ir convocados, teniendo la posibilidad incluso de disputar algunos minutos.

El choque se iniciaba con un ritmo trepidante y desde el primer minuto los vallecanos gozaban de oportunidades para ponerse por delante en el marcador. Poco a poco los visitantes se iban haciendo con el control del juego hasta que, alcanzado el minuto 15, conseguían adelantarse gracias al gol anotado por Pozo después de un rápido contraataque. El Rayo proseguía en sus intenciones de tener el control de juego y de este modo seguían actuando, disponiendo de peligroso acercamientos a la portería del Barakaldo y viendo como incluso le anulaban un gol al delantero franjirrojo Piovaccari por fuera de juego. De este modo se llegaba al final de los primeros 45 minutos sin excesivas dificultades para los rayistas que se marchaban al descanso con el resultado positivo de 0 - 1.

En el segundo tiempo la disposición sobre el terreno de juego sufría variaciones y los locales se mostraban más decididos a darle la vuelta al marcador, alentados también por su incansable hinchada. El conjunto vasco llegaba, incluso, a encerrar a los madrileños en su área, los cuales se limitaban a defender su portería, así como a lanzar contragolpes en momentos puntuales. En una de estas ocasiones los franjirrojos veían como le anulaba el árbitro otro gol por la misma circunstancia que en la primera parte, de nuevo con Piovaccari de protagonista. Los pupilos de Jémez se empleaban a fondo para erradicar los peligrosos ataques del Barakaldo que, sin embargo, eran cortados con eficacia por parte de los defensores del Rayo Vallecano. Superado el minuto 81 el atacante rayista Piovaccari está vez sí que aprovechaba su oportunidad y anotaba el segundo tanto del equipo al finalizar en gol una rápida contra. Sin duda, un mazazo para los locales que veían como sus opciones se esfumaban. El partido llegaba a la conclusión con el triunfo del Rayo por 0 - 2 y su pase a la siguiente ronda de Copa del Rey.

"Creo que mi equipo ha sido mejor"

El técnico rayista llevaba a cabo un análisis del partido y se mostraba contundente y sincero remarcando los méritos de su equipo, al que consideraba justo vencedor del encuentro, y ponía en valor lo logrado por sus jugadores pues "estos partidos son muy complicados, muy difíciles y la prueba de ello es la escabechina que hubo ayer de equipos de segunda y de primera", enfatizando que "tiene muchísimo mérito, ganar en un campo como este a un rival como el que teníamos, es solo para sacar conclusiones positivas".

Preguntado por si le había sorprendido el planteamiento llevado a cabo por el Barakaldo durante el choque, Paco reconocía que en los días previos habían llevado a cabo una labor de análisis del rival para hacer conocedores a los jugadores de lo que se iban a encontrar enfrente.

Hablando propiamente del rival y de su actuación en el partido, el técnico del Rayo reconocía su buena labor:

"Ha hecho un gran encuentro, ha apretado, nos ha metido en muchos minutos de la segunda parte en nuestra área, no ha bajado los brazos, yo sabía que con el 1 - 0 había momentos en los que lo íbamos a pasar mal porque es normal, porque es un equipo que tiene calidad, nos ha puesto las cosas muy difíciles en momentos puntuales del partido lo cual pues también dice mucho y bien de ellos".

Por todo ello, les daba la enhorabuena, poniendo en valor también el trato recibido, y les transmitía sus mejores deseos de cara a su competición liguera, así como respecto a los problemas que el club tenía.

Nombres propios y partidos siguientes

El propio entrenador analizaba la actuación de alguno de los miembros de su equipo, entre ellos el goleador Piovaccari, hacia el cual tenía unas palabras honestas y sinceras y de reconocimiento a su trabajo debido a que "en las veces que lo necesitamos siempre está ahí, siempre da la cara, siempre nos da muy buenas cosas" y ponía en valor el gol que había anotado, el cual "le va a venir muy bien para tranquilizarse, para coger confianza" y se mostraba "muy contento de todo sobre todo por él porque creo que se merecía este partido y se merecía este gol para reivindicarse un poco y para coger confianza".

En cuando a la baja de última hora para el partido de Embarba, Jémez reconocía que "andaba con un proceso gripal y en esas condiciones no podía ir". Pensando en el siguiente encuentro, transmitía su pensamiento y su deseo de que "ya para el miércoles se le habrá pasado un poco su enfermedad y que podremos contar con él".

Respecto a posibles rotaciones para afrontar el siguiente choque liguero, el técnico asumía que lo ideal sería tener esa posibilidad pues "me gustaría hacer muchas rotaciones", en cambio, la situación del equipo es bien diferente y son muchas las bajas que presenta, hasta el punto de tener que recurrir a jugadores de la cantera para completar la convocatoria como sucedió frente al Barakaldo, respecto a los cuales lamentaba no haberles dado minutos debido, entre otras cosas, a una normativa que impide tener sobre el terreno de juego a más de tres canteranos, sobre lo que comentaba que  "nos hubiera gustado la posibilidad de haber sacado a alguno, pero esta regla de tener solo tres en el campo pues complica un poco".

Transmitía la importancia del encuentro frente al Lugo, catalogándolo de "vital", confesando que "este partido es el que nos puede dar realmente ese salto de calidad para enforcar ya el futuro con una perspectiva mucho más fuerte de la que hemos acabado la primera vuelta".

Para dicho partido mencionaba incluso la posibilidad de recuperar a Trejo, ya recuperado de las molestias que le habían impedido participar en los encuentros anteriores.

Por último, cuestionado sobre la curiosa circunstancia a la que había tenido que hacer frente en el partido frente al Barakaldo, no pudiéndose sentar en el banquillo al estar sancionado por la expulsión que sufrió en el encuentro de primera ronda, Jémez afirmaba sentirse mejor y más cómodo en la grada pues "sufro menos porque como no puedo pegar gritos, no me puedo levantar, me contengo más, no me queda más remedio que guardar la compostura y estar un poco más calmado". Añadía con cierta ironía: "lo bueno que allí no me pueden expulsar".