El próximo domingo, a las 21:00 horas de la noche, tendrá lugar un magnífico partido de fútbol en el Estadio Benito Villamarín entre el Real Betis y el F.C. Barcelona. Un choque crucial para los andaluces en su pelea por intentar alcanzar los puestos que dan acceso a disputar la Europa League la próxima temporada, aunque los catalanes se están disputando la primera plaza de la competición con el equipo de Zinedine Zidane, que está más vivo que nunca.

La visita de los azulgranas es siempre especial. Su plantilla está plagada de estrellas y es -si no el mejor- uno de los mejores equipos del mundo, pero esta vez es aún más especial, puesto que en su banquillo se sienta un ex entrenador bético que en la pasada temporada estaba dando órdenes a los futbolistas del conjunto sevillano.

Quique Setién se marchó de Heliópolis "con una mano delante y otra detrás", dejando un buen sabor de boca para unos y un exceso de aburrimiento para otros; ya que no estaban muy de acuerdo en el transcurso de la última temporada dirigida por el cántabro. Si que es cierto que en su primer año llevó al equipo a Europa, enlazando rachas espectaculares de resultados como diez partidos ganados de 14, o grandes triunfos como el cosechado en el Pizjuán (3-5). Su segunda campaña fue quizás un tanto más decepcionante, quedando apeado en la Europa League, -donde habían puestas muchas esperanzas en ella-, y sufriendo una dolorosa derrota en Copa frente al Valencia a un paso de la final en su estadio. También el Betis en ese curso estaba negado de cara a puerta; y sus problemas defensivos eran más que evidentes.

Ahora el míster, junto a Eder Sarabia, volverá a Sevilla para intentar llevarse los tres puntos de un campo donde no hace tanto luchaban por conseguir los objetivos del conjunto verdiblanco.