Aguirre apareció de nuevo como salvavidas para reflotar una moral hundida en Leganés. La derrota frente al Celta fue como un jarro de agua fría en un equipo que quiere salir de los puestos de descenso. El técnico mejicano volvió a motivar a los suyos alentando a la afición señalando que quedan doce partidos y que todavía tienen posibilidades para salir de puestos de descenso. La vuelta de Garitano a Butarque puede terminar de condenar a un equipo que tiene la necesidad imperiosa de ganar frente al Alavés.
Javier señaló la vuelta a los terrenos de juego de Bustinza y de Cuéllar porque los dos ya están recuperados, además de poder encontrar alguna variación dentro de la alineación. Se lo pierden Jonathan Silva por acumulación de tarjetas y Rodri Tarín por lesión. Aguirre dejo entrever que repetirá con defensa de cinco porque hay seis centrales dentro de la plantilla y no cree que sea un problema de esquema, porque cuando el resultado no es favorable, suele cambiar a defensa de cuatro. Alabó además la buena actuación de su zaga porque Soriano apenas tuvo que esforzarse en numerosas ocasiones.
Pese al optimismo, Aguirre fue tajante con los goles que concede el Leganés en contra porque asciende hasta los seis o siete tantos. "Yo tengo mi marca diez segundos y no la puedo abandonar. Eso nos ha castigado mucho, la desconcentración. Durante un partido lo hacemos bien, y por segundos lo echamos al traste", señaló Javier. Además, también crítico al equipo porque solo han marcado dos goles desde que en enero se marchó En-Nesyri al Sevilla. Es algo que le preocupa a Aguirre porque su equipo no lo intenta con la necesaria calidad.
Carrillo y Guerrero son los hombres que tiene el Leganés para el ataque y confía plenamente en ellos. "Imagínate si te dicen que se va tu jefe. ¿Qué haces, te entristeces? No, vas para arriba". Respecto al tema de los fichajes, Aguirre reconoció que esperaba que a él le dejasen fichar y, a priori, el Leganés no va a fichar a nadie porque Aguirre está contento con lo que tiene. Señaló que no quiere a ningún jugador que haya estado muchos meses en su casa porque lo necesita para los partidos más próximos y que no necesiten un tiempo de adaptación.