Ya en el pasado se vio salir de Heliópolis a jugadores de la talla de Luis del Sol, Rafa Gordillo, Juanjo Cañas, Juanito, 'Capi' o Juan Merino; jugadores por todos conocidos por su talento o su ejemplaridad a la hora de trabajar o jugar. Pero mejor centrarse en la época actual.

Raro es el año en el que un canterano no sorprenda con grandes actuaciones en esta entidad. Muchos son los que recuerdan con cierto anhelo el nombre de Dani Ceballos en el videomarcador del Benito Villamarín portando el '46', o el de Fabián con el '52'; ambos en la misma temporada (2014/2015). Tenían dos diamantes en bruto y solo unos pocos eran conscientes de ello.

El utrerano llegó a explotar primero, y no tardó en hacerse un hueco en las alineaciones tanto de Julio Velázquez, como de Juan Merino o Pepe Mel. Lideró el centro del campo con tan solo 19 años, llevando el timón con una clara dirección: Primera División.

Fabián, por su parte, tardó un poco más en explotar. El de Los Palacios era un habitual en las convocatorias de Pepe Mel, aunque no todos los partidos contaba con minutos. Le hizo falta una cesión en el Elche para madurar como futbolista, pues fue al año siguiente cuando dio el 'boom' en Primera División que todos conocen, donde llevó la manija del mediocampo verdiblanco, asistió y marcó goles (o golazos) para deleito de los béticos y futboleros en general.

Tanto los aficionados como Ceballos y Fabián sabían que retenerlos era complicado. Con Dani se consiguió durante dos temporadas; aunque ni un verano paró de hacer ruido el Real Madrid con un fichaje que con el tiempo se acabó haciendo realidad; Fabián no esperó: los rumores procedentes de Nápoles eran ciertos y actuaron. Abonaron su cláusula de 30 millones de euros y puso rumbo al sur de Italia tras su explosión en Heliópolis.

El último gran talento de la cantera heliopolitana ha sido Junior Firpo. El carrilero zurdo hispano-dominicano se hizo amo y señor de la banda zurda del Betis en muy poco tiempo, dejando en el banco a un Riza Durmisi que perdió su puesto a causa de una lesión. Dos temporadas a gran nivel en el Betis le sirvieron para dar el salto al Fútbol Club Barcelona, club donde milita actualmente.

Es cierto que esta temporada se ha podido ver a dos jóvenes procedentes del filial jugar con la primera plantilla: Ismael y Édgar. Ismael salió a préstamo rumbo a Vitoria el pasado mercado invernal, y de Édgar (aunque no sea canterano, ya que se le fichó de la UE Cornellà), sí se ha podido disfrutar más, habiendo dejado actuaciones y partidos muy serios en el club. Su caso es parecido al de Loren, que fue fichado para el filial procedente del Marbella (tampoco es canterano), que ha dejado grandes tardes y noches de fútbol en el Villamarín, todo ello gracias a su entrega y a su garra.