Entiendo al aficionado malaguista. Sí, tú. El que se ha sentado a las 21:30 horas después de un arduo día de trabajo, o simplemente habiendo aguantado el día de calor con el que nos ha brindado hoy la meteorología en la Costa del Sol. Y es que si al terminar el partido te vas con esa rabia e impotencia que sientes cuando ves a ese hoyo que nunca termina de alejarse, ni por puntos ni por juego, la psicología tiene un tabla de salvación a la que poder aferrarte, al menos, hasta la próxima retransmisión.

Y es que el Málaga CF hoy ha vuelto a ofrecer más de lo mismo. Pundonor, coraje, decisión... Todo un compendio de valores y competencias  dignas, encomiables y reseñables. Pero nada de fútbol. Volvemos a ver las limitaciones que tiene Pellicer, la ausencia de variantes en el juego que vayan más allá del desdoble en bandas y buscar en el centro bien el remate bien la segunda jugada. La velocidad de transición defensa-ataque es casi nula (Juanpi sigue empeñado en jugar a más de dos toques, a pesar de la calidad que atesoró en su momento y no dudamos que aún posea), y hay jugadores a los que la inactividad los ha colocado en una suerte de pretemporada que no es tal.

Y aún así, con eso a veces vale para golpear primero, en una oportunidad bastante clamorosa con un centro de Tete que Juankar incomprensiblemente manda a las manos de Ortolá con un flojo cabezazo, para a continuación ofrecernos el equipo la típica jugada de falta de concentración de todos los partidos, donde una cesión de Lombán casi cuesta un disgusto a lanzamiento de libre indirecto dentro del área.

A partir de ahí el Málaga se acabó, aunque el Tenerife demostraba tener la pólvora mojada. La banda de Mikel Villanueva; un espectáculo de lentitud y falta de colocación, se convertía en la mina donde casi Dani Gómez saca petróleo por dos veces: una que se pierde allende el Teide, y una segunda muy clara que aborta Munir por dos veces, con ayuda del poste.

A raíz de ahí Munir demuestra esa faceta de portero pleno de reflejos a sendos disparos bajos que son bien resueltos, y un cabezazo de Alex Muñoz que es desviado por la zaga blanquiazul cuando la pelota embocaba el marco defendido por el arquero marroquí.

Por si la superioridad chicharrera fuera poco, Keidi Baré se autoexpulsa con dos jugadas prácticamente seguidas y que tienen poca discusión, salvo la que podamos tener acerca del idilio que este jugador tiene con bordear la línea del reglamento y que debería de medir ahora que los árbitros carecen de la presión del público. 

Empezaba el Málaga la segunda parte con diez jugadores, pero con el mismo espíritu combativo y las mismas ideas claras cara al partido, aguantando los envites de un Tenerife al que el gol, por lo que ha demostrado hoy, sigue siendo una asignatura pendiente, aunque gran parte de culpa la haya tenido hoy el portero malaguista; empeñado en dar hoy la de cal, como demostró en la segunda parte con otra gran intervención ante Dani Gómez y ante Nahuel, haciéndose grande y desbaratando quizás la que fue la oportunidad más clara del Tenerife para llevarse el partido.

Y tras 95 minutos de trabajo, forjados a pico y pala en todos y cada uno de los minutos, se llegó a un empate que no sirve de nada a ninguno de los dos equipos, aunque quizás le vino mejor al equipo visitante por las adversidades sufridas durante el encuentro y ganar, al menos, el "goal average" a otro rival directo más en la zona media baja de la tabla.

Por eso, amigo malaguista, si te vas a la cama molesto, piensa. Un equipo que lleva tal sufrimiento desde la primera jornada de liga, que ha visto el pozo de la clasificación, que parecía iba a descender a segunda B en aquel partido que acabó ganando en  Riazor, que sufre expulsiones como la de hoy, que aguanta varapalos deportivos, administrativos y judiciales y aún sigue ahí, en pie, sólo puede tener un nombre: resiliencia. Y esa cualidad hoy día, si quieres salir adelante, es imprescindible. Seamos pues resilientes, aguantemos en pie y sigamos confiando, que aún se puede.

Ficha técnica

CD Tenerife: Ortolá, Alex Muñoz, Lluis López, Sipcic, Luis Pérez (Javi Muñoz 58´), Lasure (Nahuel 58´), Milla, Aitor Sanz, Shaquell Moore, Joselu (Alex Bermejo 68´) y Dani Gómez.

Málaga CF: Munir, Mikel Villanueva (Diego González 45´), Lombán, Luis Muñoz, Ismael Casas, Juan Carlos, Adrián (Rolón 86´) , Keidi Baré, Tete Morente (Renato Santos 69´), Juanpi (Boulahrouz 45´) y Sadiku ( Buenacasa 61´)

Goles: Sin goles.

Arbitro: Santiago Varón Aceitón (comité Balear), amonestó en el Málaga CF a Lombán y expulsó a Keidi Baré, en el Tenerife amonestó a Nahuel y Lluis López