Un equipo plagado de estrellas que no acaba de cuajar. Esta es la mejor definición del Barça en los últimos años. Esta temporada la llegada del cántabro al banquillo catalán parecía dar una bocanada de aire fresco a unos jugadores acomodados en hacer lo justo para ganar pues tenían a Messi, quien siempre saca las castañas del fuego al equipo. Pero, poco a poco, las promesas de apostar de nuevo por la cantera y de ofrecer un juego mucho más espectacular han ido desapareciendo.

Un engañoso 4-3-3

Setién comenzó la temporada con un 3-4-3, pero se fue decantando por el esquema más reconocible en Can Barça, el 4-3-3. Este dibujo junto con la lesión de Messi del inicio de la temporada abrió la puerta a Ansu Fati, el descubrimiento de la temporada. Pero en estos momentos con Messi y Suárez recuperados y Griezmann demandando minutos, el extremo de origen guineano está viendo limitadas sus apariciones. El exjugador colchonero, si bien no está dando con la tecla en ataque ofrece siempre trabajo defensivo y de ahí viene el engaño en el esquema. Aunque de inicio y en ataque el Barça parte con el 4-3-3, en defensa acaba convirtiéndose en un 4-4-2, pues Griezmann actúa como un interior.

Toda esta conjunción en el centro del campo junto con el hecho de que el astro argentino cada vez ejerce más de 10 clásico, hacen que haya una gran cantidad de jugadores por dentro dejando las bandas al completo para los laterales, sobre todo para Alba. Esto no es ninguna novedad, porque el Barça ha jugado muchas veces dejando la banda a los laterales, el problema es que el ritmo de circulación antes era infinitamente mayor y aparecían espacios por los costados casi sin quererlos. Sin embargo, ahora los culés no gozan de esa circulación vertiginosa, sino que se limitan a mover al rival de lado a lado y sólo cuando el balón llega a las botas de Messi se acelera el juego, algo que hace muy dependiente al Barça de su estrella.

Menos creatividad, menos velocidad

Otro factor determinante para la velocidad de las posesiones está siendo los jugadores seleccionados para el centro del campo. Arturo Vidal y Rakitić no son precisamente jugadores de toca y vete, sino que aportan garra y llegada más bien, lo que ha hecho que en muchas ocasiones el técnico haya decidido colocar prácticamente de delantero al chileno. Por otro lado Arthur no está ofreciendo su mejor versión y parece haberle cogido miedo a perder el balón, por ello se limita a dar pases horizontales y no filtra pases diagonales o verticales, que son los que verdaderamente baten líneas y crean peligro. Además, De Jong, que no estará hoy por lesión, no está siendo el mismo que el del Ajax. Esta falta de creatividad en el centro del campo contribuye, de nuevo, a que la velocidad de circulación sea lenta y pesada.

A pesar de que no se trata del mejor Barça los azulgranas sólo han perdido dos partidos de los últimos diez y aunque viene de perder el liderato tras el reparto de puntos en el Sánchez-Pizjuán, tiene a tres jugadores que están tirando del equipo: Ter Stegen, Piqué y, cómo no, Messi.

Alineación

El once de los blaugrana parece estar bastante claro, aunque aún quedan algunas dudas como quién acompañará a Piqué en la zaga y si optará por Griezmann o Ansu. Tras el partido de sanción Umtiti vuelve a la lista del equipo y, desde su llegada, Setién ha escogido al exjugador del Olympique de Lyon por delante de Lenglet. Otro punto por aclarar está relacionada con el centro del campo, aunque las apuestas apuntan hacia una sala de máquinas compuesta por Busquets, Vidal y Arthur, lo que daría descanso a Rakitić. La última incógnita está en la línea de ataque entre el francés y el joven canterano, quien ha sido una de las buenas noticias de una temporada gris.

Así, todo hace pensar en que el Barça saltará al Camp Nou con: Ter Stegen, Semedo, Alba, Piqué, Umtiti, Busquets, Arthur, Vidal, Griezmann, Messi y Suárez. Hoy a las 22:00 el Barça tendrá una nueva oportunidad para busca un estilo de juego más reconocible, pero seguirá necesitando la victoria a toda costa, pues otro fallo complicaría, más si cabe, la conquista de la octava liga de las últimas diez.