Partido lleno de historia el que se va a vivir en San Mamés. Aunque este sea un encuentro especial por la falta de aficionados en las gradas, los aficionados de ambos equipos tienen marcada la fecha de este partido desde hace meses. Dos de los padres fundadores de LaLiga, junto con el FC Barcelona son los únicos que todavía no han pisado la categoría de plata. Duelo de filosofías deportivas con el objetivo de cumplir dos grandes hazañas, asegurar el título por parte de los blancos y para los leones, regresar a competición europea después de 2 años de sequía.

Tenemos que remontarnos a 1903 para ver el primer Real Madrid-Athletic. En concreto a la primera edición del Campeonato de España. En ese torneo únicamente hubo 3 contendientes, y las victorias previas de ambos ante el Club Español de Foot-ball (el actual Espanyol) hizo que el primer partido entre merengues y rojiblancos fuese considerado como una final. Este encuentro gustó tanto a los aficionados que algunos decidieron fundar un filial del conjunto bilbaíno en Madrid, origen del Atlético de Madrid. La final cayó del lado del Athletic tras remontar un 2-1 ante un equipo que al verse con ventaja se puso a la defensiva, lo que ayudó a unos leones que según las crónicas de la época estuvieron cerca de anotar 4 goles.

Un total de 234 veces se han visto las caras desde esa final. El balance es claramente positivo para el Real Madrid, que ha ganado 115 de esos partidos, empatado 44 y perdido 75 de ellos. 352 veces ha entrado un disparo madridista bajo los palos defendidos por un meta vasco, siendo Cristiano Ronaldo (17), Alfredo Di Stefano (14) y Ferenc Puskás (14) los jugadores que más goles han anotado. De la plantilla actual, Karim Benzema y Sergio Ramos son los que más veces han visto puerta. Del lado vizcaíno, Telmo Zarra (24), Guillermo Gorostiza (13) y Agustín Sauto Bata (11) fueron los causantes de los quebraderos de cabeza de la zaga blanca.

El próximo "Viejo Clásico" pasará a la historia por ser el primero sin público en las gradas. Esperemos que sea un partido a la altura, con ocasiones y goles, para rememorar el primero de todos.